Bien venidos a mi interior

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Mi nombre es Sandra, tengo 16 años, a los 11 años un grupo de chicas la tomaron con migo, me seguian a casa, me rodeaban y me pegaban entre todas y lo más gracioso es que la gente pasaba por nuestro lado y ni miraba. Hasta los 14 años esas chicas no pararon de molestarme todo gracias a mi hermana que las bajo los humos, pero hoy en día me las sigo encontrando y me gritan cosas para dejarme en evidencia, por  culpa de esas chicas empezo todo esto. A los 12 años me corte por primera vez, lo recuerdo como si huviese sido ayer, el metal frio de la cuchilla abriendome la piel y haciendome sangrar, me gustaba ver como la sangre salia de mi, ese color tan intenso recoriendo mi brazo, y es por eso por lo que estoy aquí, apunto de cruzar la puerta a la desesperacion de las salas de espera de los hospitales, mi madre me habia apuntado a un pscologo. Segun ella necesito ayuda y no solo por que intento suicidarme cada minuto que pasa sino por que tengo mal comportamiento en clase, eso lo dijo ella para hacer lo del suicidio menos incomodo. Al oir mi nombre de una señora con bata blanca me senti muy incomoda, me levante y entre detras de ella a un pequeño despacho, me sente y comenzo todo.

-Mi nombre es Mar- dijo ella.

-Sandra.- dije en tono serio.

-Por lo que veo, no quieres estar aqui, pero tu madre quiere que vengas.-

-Aham.- ni siquiera la miraba a la cara, saco un papel y empezo a apuntar cosas 

-Remangate.- dijo de golpe mirandome fijamente. Vagamente me remange el brazo derecho en el cual no tenia nada, lo miro de arriba a abajo apunto algo mas y dijo:

-El otro, y las pulseras de ambos brazos las quiero fuera.- senti como me ponia palida, los cortes del brazo izquierdo se veian aun teniendo pulseras. Cuando me remange del todo se quedo mirando mi brazo fijamente y era algo incomodo.

-¿De cuando son?- 

-De... Nose... Quizas ayer o antes de ayer.- creo que se nota mucho que estoy nerviosa.

-¿Por que en el derecho no tienes cortes?.- La iba a decir la verdad, que no pude por que mi madre estaba melodeando por mi cuarto, pero me limite a responder con un no lo se.

Era muy incomodo el momento en el que ella escribia, por que no sabia que era lo que estaba poniendo y era frustrante, muy frustrante.

SUICIDAL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora