Desde aquel trágico 4 de Julio, Max tuvo pesadillas.
En esa ocasión, cómo en tantas otras, Max había despertado a mitad de la noche con lágrimas inundando sus ojos, y la respiración agitada.
Cubrió su rostro para acallar sus sollozos. En su mente lo único que había eran las imágenes de la macabra muerte de su hermanastro.
La voz de Billy disculpándose con su último aliento retumbaba en la cabeza de la pelirroja. Esa noche la mantendría despierta una vez más.
La chica estiró su brazo para alcanzar su reloj de muñeca que se encontraba en la mesa junto a la cama. Eran las 5 am. Quiso dormir otra vez, pero no pudo.
Decidió ir a la cocina a beber un poco de agua.
Una vez estuvo ahí, se sirvió un gran vaso que bebió con rapidez. Su respiración seguía agitada y ella estaba casi desesperada por calmarse. Se sirvió otro más que decidió llevar a su cuarto. En ese camino de regreso, inevitablemente pasó frente al cuarto de Billy.
Max paró su marcha y se acercó a la puerta. Cerró sus ojos y tomó la perilla. Una vez se hizo con el cuarto fue directamente a la cama. Se sentó ahí y dejó el vaso en la mesa de noche.
Observó a su alrededor. La chaqueta favorita de Billy se encontraba juntando polvo sobre una silla ubicada en un rincón de la habitación. Sus cassettes y su stereo también estaban polvorientos.
Tomó uno de los cassettes que a ella le gustaban. Recordaba esa música retumbando en el Camaro siendo la cortina de muchas peleas. Negó con la cabeza y una leve sonrisa se formó en su rostro. Ella hubiese querido que fuera diferente
Se recostó un momento. Se sentía completamente exhausta. Miraba el techo esforzándose por mantener sus ojos abiertos. No quería dormirse ahí.
Cuando sintió que el sueño había regresado, se incorporó. Iba a tomar el vaso de agua e irse finalmente a su cuarto, pero en lugar del vaso, sus manos atraparon una caja de cartón que había sobre la mesa.
Se cuestionó qué tan mal estaría husmear en las cosas de Billy.
Por un momento pensó que quizás estaba haciendo un drama de una estupidez. Era sólo una caja de zapatos. Su contenido no podrían ser más que eso; zapatos. Pero, es obvio que en cuanto la vio, se hizo la película de que esa caja contenía algo importante para el chico.
Levantó la tapa y retiró el contenido. No había mucho. Sólo unas cuantas fotos, y por último algo que llamó aún más la atención de la pelirroja: un papel doblado que tenía escrito su nombre.
Lo dejó a un lado y tomó primero las fotos. La primera era de Billy cuando era un niño. Había una mujer muy bonita junto a él.
Ella era bonita...
Max recordó lo que Eleven le había dicho a Billy.
Había un par más de fotos que lo capturaban a él junto a su madre. Neil no aparecía en ninguna de esas fotos.
Max sabía que esos dos no se llevaban bien, pero siempre había pensado que era a causa de la rebeldía de Billy. No imaginaba lo que había detrás de todo eso realmente.
Se enteró de algunas cosas cuando Eleven le contó los recuerdos que había visto en la mente de Billy. Max tuvo que insistir mucho para que Eleven le diera esa información. Al principio no quería contarle, porque creyó que a Max no le haría bien saber lo triste que había sido la vida de su hermanastro. Pero los amigos no mienten, así que tuvo que contarle, y consolarla luego.
Max siguió viendo las fotos, y se sorprendió al ver que una de las imágenes capturaba a esa familia ensamblada que ella y su madre Susan conformaban junto a los Hargrove. Estaba casi segura de que Billy la odiaba. Nunca hubiese creído que él quisiera guardar eso.
ESTÁS LEYENDO
𝑭𝒐𝒓 𝑴𝒂𝒙 ; Billy Hargrove • Max Mayfield
FanfictionIrreverente, hostil y soez. Así la mayoría definía a Billy Hargrove. Él tenía esa fachada narcisista detrás de la cual se escondía. En un punto de su vida, dejó de ser el niño dulce que alguna vez fue. Vivió sus últimos años irradiando violencia y d...