MI PROMESA PARA TONY STARK

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"En recientes videos, se ha captado la imagen del que pareciera ser el vengador Visión. ¿Acaso el androide no fue destruido antes del "Blip"? ¿Será que Stark Industries y el Gobierno nos...

Pepper silenció el noticiero para mirar detenidamente las imágenes que la pantalla le mostraba. Le costó varios minutos salir de la sorpresa y aceptar que ese androide era Visión, pero un Visión distinto al que decidieron dejar a cargo de S.W.O.R.D. Éste tenía el cuerpo de color blanco, mas sobre todo vida. Lo revivieron. Ellos revivieron a Visión, ignorando la voluntad del androide de no querer ser rearmado y usado como una simple arma o un robot que cumple órdenes. Lo volvieron hacer, los volvieron a engañar, a imponer su codicia de poder. Y ahora Visión lo pagaba. Él quien siempre fue el más sensato de todos, el que tenía claro lo que deseaba para sí tras muerte y el que jamás tuvo la intención de dañarlos. Visión era bueno. No merecía este atropello. Lo sabía porque Tony estuvo involucrado en su creación, en su adaptación a este mundo y en su intento de comprender la naturaleza humana. O eso fue lo que Tony usó como excusa al encontrarlo a él y a Visión con un libro sobre "¿Cómo saber si estás enamorado?" en el complejo. Así que, sí. Le resultaba imposible no sentirse atacada, decepcionada y dolida. Porque faltaron a Visión, a ese androide que fue más humano que todos esos hombres que decidieron rearmarlo. Aun más, sintiendo que Visión fue parte de Tony.

Por lo que, cerrando los ojos, Potts tomó una gran bocanada de aire y llamó a su secretaria desde el intercomunicador. —Rose, agenda una cita para mañana con todo nuestro departamento legal. Debemos tratar un asunto de suma urgencia.

—Sí, señora Stark. —Rose contestó amablemente.

"Señora Stark", la pelirroja repitió para sí misma.

E inmediatamente bajó su cabeza y divisó su anillo de casada. A pesar que ya trascurrieron dos años de la muerte de su esposo, todavía no se sentía capaz de quitarse su anillo. No cuando ese anillo primero le recordaba esa torpe petición de mano frente a la prensa y en el complejo por no presionar a Peter en ser un vengador y luego, a ese día que tanto esperó y al que tanto le tuvo ilusión. Tal vez, su boda no fue grande o extravagante como los medios creían, pero sí muy simbólica. Porque su boda representó esperanza para ella. Sí, esperanza. Después de que Tony se fuera con el doctor Strange al espacio, esa promesa de matrimonio fue lo único que le mantuvo en pie y con fe. Sobre todo, esa emoción de Tony por unir su vida con ella antes de irse. Fue esa emoción la que le hizo mantenerse creyente de que Tony regresaría a ella, de que él no se había desaparecido con el "Blip" y de que estaba en el espacio luchando por regresar, por volver a verse.

Y así fue. Tony regresó a ella y ambos pudieron consolarse. Pepper pudo hacerlo, cuidar de él, ayudarlo a cargar con esa culpa que siempre acechaba a su genio y devolverle un poco de paz. Ella lo consiguió y su boda fue uno de esos momentos en el que Tony pudo olvidar por un rato lo sucedido con Thanos y ser feliz. Así que, tal vez nunca se quitaría su anillo. No lo haría. Sollozando en silencio, Pepper besó su anillo y trató de sonreír, de mostrarse fuerte, de cumplir su promesa. Mas, cada día que pasaba, su deber se volvía tan imposible de cumplir. Ella deseaba tanto poder volver a ver a su esposo, besarlo, abrazarlo y escuchar sus tontas bromas sobre cómo la tenía a su merced. Ella necesitaba a Tony. Lo necesitaba solo una vez más. Pero, él no regresaría y ella debía vivir con eso, con su ausencia. Aunque, eso la matara en silencio.

—Señora Stark. —Nuevamente, Rose apareció por el intercomunicador. —El señor Happy llegó. ¿Desea verlo o que tal vez agende un almuerzo para ambos?

Pepper limpió sus lágrimas y volvió a tomar aire, intentando que su voz no delatase su llanto. —Déjalo pasar, Rose.

—Sí, señora Stark.