Tres años han pasado desde la llegada del Vlad Tepes, grandes cambios han sucedido en el mundo sobrenatural y el joven Rey con solo 20 años ha logrado algo imposible para otros reyes.....Su nombre se ha extendido por diferentes facciones ya sea por...
Vlad esa misma noche se divirtió con Grayfia, Olga, Kuroka, Griselda y algunas mujeres más; pero sin que el supiera a su vez estaban sucediendo otro tipo de cosas en su mismo castillo, algo que si llegara a enterarse sin duda destruiría su fachada de alegría para asombrarlo totalmente.
En lo más profundo del castillo, bajo cientos de miles de metros, estaban construidas varias celdas para los considerados criminales más peligrosos del Reino pero en su mayoría las celdas estaban desocupadas a excepción de uno de los pisos que estaba aislado totalmente y mantenía encerrado a uno de los vampiros que alguna vez logro poner en un aprieto a Vlad y era precisamente por eso que estaban encerrados bajo el castillo, porque solo Vlad y su gente más cercana podía con todos esos criminales.
Saito, el vampiro que estuvo aliado con la Khaos Brigade y que fue una marioneta de Mirena por varios años para poder someter a Vlad; pero que al final termino siendo derrotado y sellado totalmente en los más profundo del abismo de prisión.
"Así que ¿Jaque mate?" En la misma celda en la que estaba Saito, estaba un niño de cabello plateado y con su mirada perdida, totalmente diferente a la sonrisa que estaba en el rostro de Saito; entre ambos seres estaba una mesa y un tablero de ajedrez, pero era obvio que la victoria fue totalmente abrumadora y a favor del niño de cabello gris.
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"......No está funcionando... ¿No eras un enemigo de padre antes? Porque a pesar de que te derroto cada vez, nunca puedo contra padre" Nate levanto la vista para enfrentar a Saito, el tipo apenas y podía moverse y solo su cara estaba descubierta, tenía que decirle a Nate cada uno de sus movimientos en el tablero.
Nate había venido a ese lugar varias veces, desde la primera derrota que sufrió a manos de Vlad; el niño averigua cada segundo de la vida de Vlad y descubrió todas las veces que su padre fue derrotado...entre todas esas sin duda la vez que su derrota fue más notable, fue cuando se enfrentó a Saito y Mirena; intentando aprender de esta derrota, Nate se esforzó en replicar los movimientos que llevaron a la derrota de su padre pero a pesar de todos sus intentos nunca llego a derrotar a su padre.
Por esa misma razón Saito estaba sonriendo, el vampiro sabía que era básicamente imposible que Vlad no haya mejorado tras todas sus derrotas pero también noto que Nate cada vez se volvía mas ágil mentalmente, la mente del pequeño avanzaba a velocidades asombrosas; el enfrentamiento de padre e hijo era algo que encendía un sentimiento de excitación dentro de él.
"Hahahaha, que frías palabras... ¿De verdad no lo notas? Es por eso que tu padre te lo repite a cada momento....Nate, deberías confiar en otros" Saito a pesar de ser un vampiro considerado un traidor, aun así él tuvo un ejército que lo seguía y creyó plenamente en él, de hecho gran parte de su ejército estaba en los pisos superiores de la prisión y por esa misma razón, al igual que Vlad, podía darse cuenta de todas las fallas de Nate...pero eso no quitaba que aclamara la genialidad del pequeño dhampir.
"....Lo hago, por eso los reuní a ellos" Los ojos grises de Nate brillaron con una tonalidad roja mientras sus ojos se enfocaban en los ojos de Saito, por primera vez desde que Saito conoció a Nate pudo ver una sonrisa en el roste del niño...pero no era algo normal y de hecho le recordaba bastante a la risa de Vlad.