Sin Sentido

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3. Corro
2. Ya no lo veo
1. Me aleje

-No, no puede ser, no es cierto- me repetia una y otra y otra vez, estaba afirmandolo o solo me convencia a mi misma a creer, con la respiracion agitada, seguía corriendo queria alejarme, esconder en la obscuridad y llorar hasta secarme - Mentira, todo fue una mentira- y luego de tres pasos, mi primer amor termino o al menos eso pense yo.

-Hanna, un chocolate caliente para la mesa tres-
-Anotado- solo a mi se me ocurre trabajar en una cafeteria con tema de patinaje, odio estos fastidiosos patines, lastiman los pies, a este paso solo me falta hacer vueltas y me convierto en profecional
-Aqui esta su orden, necesita algo mas- mencione con la mejor sonrisa que podia fabricar - eso es todo, gracias - me respondio a lo cual sentí alivio, porque mis pies me mataban y de seguro ya estaban rojos e hinchados
-Hanna ya viste quien llego- dijo Alice por mi espalda asustandome
- Dios, me vas a matar de un susto, uno de estos dias Alice-
- exagerada-
-¿Quién?-
-¿Quien que? -
-¿Quién vino? - dije mirándola, ella giro sus ojos, y me guio con la mirada hacia la puerta y por su puesto ahi estaba la persona que mas necesitaba ver, Matt hemos estado saliendo por mas o menos un año pero nos conocemos hace cuatro años atras en una tienda musica.
El es una de las mejores personas que he podido conocer además de mi novio, es mi mejor amigo y no está tan mal si hablamos de físico, Rubio, ojos azules, sonrisa encantadora un chico que las chicas llamaríamos príncipe ahora que lo pienso que suerte tengo de que le haya gustado no soy el tipo de chica que gusta, no tengo ojos azules, ni piel blanca como porcelana de hecho soy morena ojos negros y no es que sea tan delgada que digamos
-Aqui te espero- dice con mimicas y su sonrisa embelecedora
-Ahora acabo- digo señalando mi reloj

Tomé un par de mesas más y me dirigí al vestuario para al fin sacarle las máquinas mortales que se comían mis pies y tal como lo predije estaban rojo e hinchados hace poco que trabajó aquí así que no me acostumbro a utilizarlo al menos no tanto tiempo cómo lo hago ahora

Emocionada pasaba por una de las mesas cuando siento algo caliente que me quema mi pecho y me hace gritar y alejar de material de mi cuerpo
-Hanna cariño estás bien déjame ver- se acerca la encargada y ve el desastre que estaba en mí ahora
-Fijate por donde caminas- escuchó una voz gruesa dirigida a mi y seguido por el sonido de la porcelana que hacía contacto con la mesa

No podía creerlo, él fue quien chocó conmigo y regó café en mi, no al revés, porque tan patan y lo peor de todo esto es que no se disculpo, solo se dispuso a salir como Pedro por su casa, pero justo antes de poner un pie a fuera del local, Matt lo sujeto por el brazo exigiendole que se disculpara, a lo cual el desconocido se solto y lo encaro y ahi es cuando caigo en cuenta con quien estaba tratando, a pesar de no poder verle la cara, su contextura era mas grande que Matt y no era por gordura, si no por musculo, todo el estaba de negro a excepción de una pulsera roja que colgaba de su muñeca izquierda y todo el irradiaba PELIGRO con letras grandes y en mayúsculas y por un momento me estremecio el cuerpo
- Matt esta bien, fue mi culpa yo no me fije- camine hacia ellos y sostuve su brazo - llevame a casa la ropa se esta poniendo pegajosa-porfavor- suplique al final, no quería problemas ni escandalos, ya que al fin y al cabo no puedo darme el lujo de perder el empleo, tengo muchas cosas que pagar y necesito un lugar para vivir, ademas no quería que Matt se lastimara
-Escucha a tu novia, no sea que salgas herido-
- Acaso me estas amenanzando-
-Matt porfavor, ya calmate, sacame de aqui- y lo jale hasta su auto - Necesitas relajarte Matt, elige mejor tus peleas, ese tipo daba miedo-
-No voy a permitir que te traten asi Hanna- dijo mirándome a los ojos y poniendo sus manos en mis mejillas - Y puedes creerlo me subestimo, a mi, de todas las personas - expreso gesticulando con sus manos
-Ya vamos se nos hace tarde- entre al auto dando un portazo, despues de unos 15 minutos ya estábamos entrando a una de las zonas peligrosas y baratas de Chicago, el cual por cierto es mi vecindario, despues de todo, aqui es el unico lugar que me puedo costear y en los dias que Matt me acompaña, me ahorro el pasaje del bus, El no vive en la misma ciudad que yo y me visita en sus vacaciones o dias libres
-Jam-
- te dije que no me llames asi- dije mirandolo a los ojos con aires juguetones
-Jam, ven a vivir conmigo, no se porque todavia sigues viviendo aqui, cuando tengo un lindo departamento que me encantaria compartir contigo o es acaso que no quieres vivir conmigo -
-No, Matt no es eso, es solo que no puedo irme, no todavia-
-llamame bruto, pero no entiendo que es lo que te ata ha este lugar- dijo mirando a su alrededor de manera despectiva
- Pues este lugar es mi hogar Matt, y espero que como mi novio lo respetes- ya se que la casa no es un penthouse pero, tiene un techo donde refujiarme y a pesar de que no es un lindo lugar o huele a humedad, aqui vivo y el no tiene el derecho a despreciarlo asi
-Lo siento Jam, te amo y quiero compartir mi vida contigo-
- Ahora no puedo Matt, no hasta que...- me detuve pasando mis manos por mi rostro
- ¿ Qué es lo que me ocultas Jam? Acaso no confias en mi-
-No, no es eso, lo siento Matt, ya hemos hablado de eso, tu dijiste que me esperarias-
-Lo se Jam pero no se por cuanto tiempo mas pueda- dijo cerrando la puerta, dejandome ahi sola, mientras escucho el motor del auto alejandose

Mis rodillas ceden y un escalofrio recorre mi cuerpo, me abrazo a mi misma preguntandome ¿Como llegue ha esto?, ¿ Como hice que mi vida NO TUVIERA SENTIDO?
- Ah, ahh, ah.... - mi respiracion agitada y corazón palpitante es lo que escucho
- Hanna! Corre, no mires atras-
- Yeremy ven conmigo, tengo miedo- lloraba, mientras mis tembloras manos sostenían la camisa percudida de mi hermano - Porfavor Yeremy no me dejes, ven conmigo-
-Hanna, escuchame al final de la calle hay una casa, ve escondete y esperame ahi, yo regresare por ti-
- No Yeremy, no quiero- dije secandome la cara con la manga de la blusa
- Hanna, entiende ya no hay tiempo, por favor hazlo por mi- mi hermano me decia, mientras veiamos a lo lejos a hombres con palos en sus manos, buscandonos

Yeremy salio del escondite, llamando la atencion de ellos y corriendo hacia el lado lateral de la calle, evitando que me vieran o al menos eso pensaba, cuando junte fuerzas corri hacia la direccion que me dijo, pero antes de llegar me sostuvieron de mi inexistente cintura de una niña de 11 años, yo patiaba y gritaba, estaba siendo forzajiada por ese hombre

-No puedo respirar, no puedo.... - mis ojos se abrieron de golpe y el sudor rodaba por mi rostro, mi respiracion era irregular y agitada, solo fue una pesadilla Hanna tranquila, me decia a mi misma, y solo venia a mi mente el rostro de mi captor y el sonido de mis gritos desesperados, mientras me iba calmando y repitiendome, estoy en mi cuarto, en mi cama, bajo mis sabanas y es ahi donde caigo en cuenta que no recuerdo en qué momento me quede dormida y mucho menos venir a mi cuarto, solo recordaba estar arrodillada en mi sala, ¿Cómo no estoy ahi?, ¿Qué fue lo que pasó?, y en ese momento veo o al menos me pareció ver a alguien cruzar por la ventana, corri con mis piernas temblorosas hacia el lugar, abro las persianas y no veo a nadie todo esta obscuro a excepcion de las luces parpadientes de la calle y a lo lejos hombres fumando sustancias desconocidas al menos para mi

Y al cabo de pocas horas, empieza mi rutina cotiana de miercoles por la mañana, despues de todo a mis 22 años hago como si fuera todo como un siclo interminable, pero por alguna razón sentia algo diferente, y no me atrevo a descubrir la razón

Salgo de mi casa poniendo mis audifonos a todo volumen Fix you de Coldplay, ademas de ser mi banda favorita, es un escudo de los comentarios morbosos de los hombres mientras caminaba a la parada de bus mas cercana, cuando estaba a punto de llegar choco o mejor dicho me chocaron por segunda vez en dos dias, que buena racha Hanna pense y como consecuencia del choque, cayo mi mochila que colgaba de mi hombro derecho, al agacharme a recoger mis cosas, alzo la vista para encararlo y un par de ojos verdes me saludan, me dejaron helada y sin habla, esos son los ojos mas hermosos que haya visto en mi vida
- lo siento, no te vi- dijo y mi cuerpo se estremecio, esa voz, ya la escuche antes, el era el chico que me arrojo en cafe
- Tu eres.... - dije señalandolo al ver que lo recordaba, dejo de verme y siguio su camino, dejandome con las palabras en la boca.

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