𝐊𝐀𝐓𝐑𝐈𝐍𝐀 ᵗʷⁱˡⁱᵍʰᵗ

uno

KATRINA

Estaba en mi habitación junto a una de mis esposas, para ser mas específicos, con Aleera, mi linda y peligrosa pelirroja.

Veía una película mientras ella me asía cariños en mi castaño cabello.

-Amor, queremos hablar contigo- dijo mi esposa rubia, Marishka.

-Claro preciosa, ¿de que precisamente?- le pregunté mientras le sonreía cariñosamente

-De nuestro aniversario de bodas querida, ¿que te gustaría este año?- hablo llegando mi esposa pelinegra Verona.

-La verdad no lo sé, ¿por que no deciden ustedes está vez?- le dije mientras me sentaba en la cama ya que había estado recostada sobre las piernas de mi pelirroja

-Por que es el aniversario de cuando nosotros cuatro nos casamos contigo mi reina- dijo mi esposo Drácula entrando a la habitación con una media sonrisa 

-Mmm, bueno, creo que este año quiero un viaje, pero a un lugar tranquilo, no como la otra vez, ese lugar era muy ruidoso- dije asiendo una mueca de desagrado al recordar esa molesta ciudad

Mis esposas rieron divertidas mientras mi esposo negaba con una sonrisa divertida

-Bueno, podríamos llevarte a un pequeño pueblo en Washington, se llama Forks, escuche por ahí que es un lugar tranquilo y frío, y sabemos que eso te gusta- susurro mi esposo en mi oído mientras Verona besaba mi hombro izquierdo, Aleera acariciaba mis piernas y Marishka se sentaba en mi regazo mientras me besaba suavemente el cuello asiendo que mi respiración se acelere un poco y eche la cabeza hacia atrás sintiendo como mi esposo aprovechaba para besarme los labios

-Se.. que tratan... de ha-hacer y.. no va a f-funcionar- dije como pude mientras trataba de controlar mi agitada respiración

-¿Enserio querida? Por que yo creo que si lo hará- dijo Verona en mi oído asiendo que mis bellos se pongan de punta ante la sensación

-N-no- dijo con dificultad y en un rápido movimiento quite a Marishka de mi regazo y me fui rápidamente hacia el baño cerrando rápidamente la puerta con seguro

A los segundos escuche a mis tres esposas tratando de abrir la puerta desesperadas pero gracias a un pequeño hechizo que ice, no podían

-Amor ábrenos por favor te necesitamos- Escuche la desesperada voz de Aleera mientras dejaba rasguños en la puerta tratando de poder entrar

-Querida te lo suplico no seas tan cruel- dijo Verona con voz de súplica y aun que eso me ponía mucho no iba a ceder, no está vez

-No, no voy a abrir la puerta asta que se calmen, sólo me quedan dos conjuntos de mi ropa favorita y no pienso perderlos- dije seriamente ya que eso es lo que hacían cuando estábamos en estas fechas, literalmente me arrancaban la ropa y no me dejaban salir de la habitación por dos semanas enteras

Y no es que no me guste, claro que me gusta sólo que odio que rompan mi amada ropa sólo por que les gusta verme desnuda por dos semanas completas, en las cuales ni siquiera salen a alimentarse, sólo se quedan en la misma habitación que yo, y por así decirlo, se alimentan de mi

-Prometo que está vez no romperemos nada, bueno, nada más que a ti- dijo Marishka y puedo jurar que estaba sonriendo al igual que mis otras esposas

-Tranquila mi reina, yo calmare a estas fieras, pero luego no podré ayudarte- Escuche la voz de mi esposo y seguramente está sonriendo de lado al imaginar todo lo que me aran después por no complacerlas ahora

-Ush, está bien, pero no toquen mi ropa ¿escucharon fieras?- dije resoplando al imaginar como me dejarían después

-Mas fieras seremos después cariño, y todo por no cumplir con nuestros caprichos- dijo Marishka con un deje de enojo en su voz, y es obvio, es la más caprichosa de las tres

-Espero y te resulten cómodas las sillas de rueda querida- dijo Verona y la primera en soltar una carcajada fue Aleera siendo seguida por mi esposo y luego las demás

-Ya váyanse- dije cruzándome de brazos ya que las sillas de rueda no son cómodas, y yo lo sé bien

Hola! Este es el estilo de ropa que le gusta usar a Katrina, en especial si tiene transparencias y es negro