De tantas cosas que perdí, diría
Que solo guardo lo que fue, mágico tiempo que nació un abril
Miradas tristes sobre mí se anidan y se hacen parte de mi piel
Y ahora siempre llueve, porque estoy sin ti
Una taza de café, un ventanal enorme por donde se veían bailar a los árboles al ritmo del viento otoñal. Las primeras gotitas de lluvia golpean los vidrios y Sopa se acuesta a dormir sobre la alfombra.
A veces el mundo es tan solitario fuera de las luces y los premios.
El otoño siempre traía esa nostalgia infinita sobre lo que fue o lo que pudo ser. Y un pensamiento pasaba por su mente una y otra vez: "que hubiera pasado si...".
Pero la realidad era otra.
Buenos Aires estaba lleno de gente pero Aitana estaba sola. Bueno, sola no. Estaba con Sopa y a decir verdad, era la mejor compañía. Los perros siempre son nuestros mejores amigos.
En la radio suena Vuela y sus pensamientos fueron interrumpidos, la taza fue golpeada en la mesa y la radio apagada de golpe.
-Es que no soporto más esto - pensó. Y se tiró en el sillón.
El calendario fue desprendiendo una a una sus hojas y en un cerrar de ojos ya era 2021.
Un mundo colapsado por una pandemia sanitaria, personas aisladas de otras y el único contacto profundo que se podía tener con alguien era a través de la virtualidad.
A Aitana las redes no le traian nada bueno. Solo recuerdos, y ella se había repetido hasta el cansancio que no quería recordar.
Los recuerdos duelen, queman, lastiman y aunque hayan pasado tres años siempre van a estar ahí.
De todas formas ella se sentía feliz, era una joven bonita, con padres y amigos que la amaban, podía dedicarse a la música que era su pasión y tenía un novio que la quería mucho.
Pero siempre algo le faltaba, algo dentro de ella no terminaba de completarse del todo.
Le dolían muchas cosas que no decía y lejos de su país se sentía más sola aún.
Cuando comenzó la pandemia Aitana estaba grabando un videoclip en Argentina para una de sus últimas canciones, pero de pronto fue el caos, virus, contagios, muerte, cierre de aeropuertos y hacía ya un año que se encontraba en un país que no era el de ella.
Lejos estaban sus afectos, su casa, sus pertenencias, pero había algo que la perseguía dentro de ella donde fuera que estuviera: Luis.
Dicen que el primer amor siempre es el que nunca se olvida, pero nunca nos explicaron si eso era bueno o era malo.
Para Aitana era horrible, no entendía porqué no podía ser feliz con todos los regalos que le daba la vida y tampoco entendía porque estaba tan atada a un capricho que no podía soltar.
¿Y si no fue un capricho adolescente?, ¿y si fue amor de verdad?, ¿y si lo dejó ir por miedo y realmente era lo que necesitaba para ser feliz?.
Había muchas preguntas sin respuesta y habían muchas cosas que Aitana prefería no saber.
Marzo del 2021 en la ciudad de Buenos Aires, afuera llovía y adentro también.
De pronto las primeras lágrimas comenzaron a brotar por sus mejillas y maldijo una y mil veces su pasado.
-Hay cosas que nunca se olvidan mi niña - le había dicho su papá antes de que ella viajara.
Y esa frase se repetía una y mil veces en su cabeza.
En este viaje a Buenos Aires Aitana tenía una única misión personal: olvidar.
¿Podrá?.
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Olvidarte (Aiteda)
Romance*Esta historia está hecha con absoluto respeto sobre las partes, todos los hechos que aquí ocurren salieron de mi vida personal, (o de mi imaginación) pero esta vez, usando a esta pareja para que me representen* Gracias Aitedas♥