Soy la sombra de mis errores

Capítulo 1

Soy la sombra de mis errores

Título original: I'm the ghost of my mistakes

Historia ©GreyHaven.

Personajes de Teen Wolf ©Jeff Davis.

Traducción ©Αγάπη.

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Traducción autorizada por GreyHaven, prohibida su reproducción por cualquier medio y/o sin mi autorización previa.

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Notas de la Autora: Una fusión entre American Assassin y Teen Wolf, clasificación E (explicito) por la violencia típica para AA, pero extrema para TW. Si estás familiarizada(o) con la trama de AA, ten la seguridad de que ningún personaje femenino o querido de TW ha sido acosado en la realización de esta historia.

Está inspirada del de GrossBiscuit y su trama integrada con su permiso. Se ubica 8 años, aproximadamente, del fin de la serie. ¡Disfruten!

Para GrossBiscuit

Nota de la Traductora: Debido a que al traducir del inglés al español se pierde cierto sentido y a que el ritmo/estilo de GreyHaven es peculiar, la traducción no es 100% fiel, de hecho, es la menos fiel que he realizado, aunque respeté y mantuve la intención/contexto del original.

Por cuestión de estructura narrativa varios capítulos han sido unidos (en el original son 20 capítulos, GreyHaven está al tanto de estas modificaciones).

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Capítulos unidos 1, 2 y 3 (el capítulo 1 en el original es la portada).

Notas de la Autora Capítulo 1: No podía dormir a las 3 a.m., así que edité una imagen y decidí publicarla, si recibiste una doble notificación, me disculpo, es la primera vez que publico una portada, lo mío son las palabras no la tecnología —risas.

Capítulo 3: Un capítulo más para que se adentren en la trama.

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Capítulo 1

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Ha pasado un mes fuera de casa en una misión infernal. Hurley e Irene, sobre todo Kennedy, insistieron en una sesión informativa de una semana, de la que él bien pudo haber prescindido, pero no le dieron opción, así que apretó los dientes y mantuvo el sarcasmo al mínimo.

Llega a casa, una pequeña cabaña a pocas millas al este de Bozeman, Montana, ya entrada la noche. Primero, el vuelo a la base de Malstrom se atrasó, después, quedó atrapado en el tráfico. Si con eso no fuera suficiente, un accidente bloqueó la 287 y tuvo que tomar una vía alterna. Un viaje de dos horas y media, le tomó cinco. En resumen, es tarde y está de mal humor.

«Lo jodidamente normal en mi vida», se queja.

Se estaciona en la pequeña y lodosa entrada, pone el freno de mano en el automóvil negro, que técnicamente no le pertenece, pero que el gobierno le dio, así que es lo más cercano a ser dueño de un vehículo desde que Roscoe partió al gran depósito de chatarra en el cielo. No está seguro de qué marca es, tampoco le interesa saberlo, enciende cuando lo necesita, gira perfectamente, frena cuando lo requiere y pasa desapercibido, más que suficiente para él.