Prólogo

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 Una cabellera marrón se asomaba en la sábana de su cama, estaba tomando una siesta luego de jugar con sus amigos en el parque. Él dormía plácidamente abrazando su peluche favorito, hasta que empezó a abrir sus ojos de a poco por los gritos de su abuelo, provenientes de alguna habitación. Restregó los ojos con sus pequeñas manitas y estiró sus brazos hacia arriba, sacándole un suspiro de satisfacción.

Aún somnoliento por su corta siesta, parpadea hacia la puerta donde vislumbra luces que titilaban en poca intensidad y se baja de la cama para ir donde provenían esas luces.

El niño daba pequeños pasitos, con lo que le permitían sus cortas piernas debido a su estatura pequeña, en el pasillo mientras agarraba por la pata de su peluche de perro, viendo que las luces aumentaban su intensidad al acercarse a la habitación, donde su familia iba para ver sus programas favoritos, y podía escuchar ruidos indescifrables de la televisión.

Decidido, va hacia la puerta y se asoma para encontrar a su abuelo de espaldas viendo la televisión vieja que tienen
Él se aproxima hacia la persona de mayor edad y, sabiendo la gran audición que tenían los Sawamuras, Eitoku se da cuenta y lo mira.

—Buenas tardes, Eijun ¿Te desperté con mis gritos anteriormente?— preguntó su abuelo, recibiendo un asentimiento de la cabeza de su nieto—. Perdón por despertarte, estoy viendo un partido de béisbol y no pude evitar mi emoción al ver el homerun que hizo el 4to bateador del equipo que apoyo.

Sawamura lo mira con interés al escuchar béisbol salir de la boca de su abuelo — ¿Béisbol?

-Si, Eijun. Puedo ver en tus ojos que estás interesado en ver el partido, así que acércate y siéntate al lado mío— dijo el mayor, palmeando el piso al lado suyo mientras volvía su mirada hacia el partido, sonriendo al sentir la presencia de su nieto a su costado.

El pequeño mira atentamente la televisión y se sorprende al escuchar a su abuelo gritar euforicamente cuando vio que ambos equipos cambiaban, dejando al equipo que apoyaba en defensiva. Él lo mira de reojo, haciendo que el mayor sintiera su mirada.

— Lo siento por hacer que te sorprendas de repente pero prestá atención a esa batería, vas a sentir una gran emoción al ver como el pitcher y el cátcher afrontan la limpieza del otro equipo.

—¿Batería? ¿Pitcher y Cátcher?— preguntó el niño con curiosidad.

—Si. La batería es la conformación entre el pitcher, quien lanza, y el cátcher, quien atrapa e indica que lanzamiento lanzar. Ambos son la mitad del otro donde el cátcher tiene que hacer relucir al pitcher y el pitcher tiene que responder a sus llamadas, confiando uno con el otro. Hay baterías que no logran llegar a la completa confianza en el otro, pueden deberse por diversos factores, en especial la química; pero, cuando se logra esa gran química entre ambos, ya sea algo instantáneo o que se va formando en ellos, se logra una verdadera batería, y esta es una de ellas.

Eijun lo escuchó atentamente y dirigió su mirada hacia la televisión, viendo que un bateador iba hacia la caja de bateo luego de columpiar su bate un par de veces. Empezó a sentir una emoción recorrer su cuerpo al ver que el pitcher que se posicionaba para lanzar, levantando su pierna izquierda mientras mantenía su equilibrio con su pie dominante para proceder a mover su brazo hacia abajo, saliendo la bola blanca con líneas rojas de su mano dirigiendose hacia el guante del cátcher, siendo un strike. De alguna manera, Eijun creyó haber escuchado el ruido cuando la bola fue atrapada por el guante del receptor, puede que se lo haya imaginado o no pero eso no quita que fue un hermoso sonido.

El niño, con ojos iluminados por la emoción, se adelantó más hacia la tele para ver más sobre esa batería, estando ansioso para ver el próximo movimiento que iban a hacer la batería.

—Eijun, no te acerques tanto a la tele porque te va a malograr la vista y bloqueas el televisor.— Al ver que su nieto no le prestaba atención, no sabía si darle un zape o simplemente dejarlo estar. Pero al acercarse, vio el brillo en los ojos de Sawamura y sonrió. Agarró el cuerpo pequeño y lo subió encima de su regazo para que ambos pudieran ver de cerca el partido.

Cuando terminó el partido, el pequeño Sawamura quedó atontado por los lanzamientos, bateos y jugadas que hicieron ambos equipos, en especial por aquella batería especial que le dio muchos sentimientos emocionantes. Fue en ese momento que decidió algo.

Miró hacia arriba, donde podía ver la cara de su abuelo, y, al ver que él le dirigió la mirada, le sonrió y le dijo— Abuelo, quiero jugar al béisbol. Quiero formar una verdadera batería con el compañero adecuado. No importa si para eso tengo que ser un cátcher o un pitcher, me voy a preparar para atrapar o lanzar a mi otra mitad.

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Hola, es mi primera historia o fanfic luego de años. Puede que tenga fallas ortográficas porque recién entro a este mundo, si no contamos la historia que hice cuando tenía 10 años, por lo que mi nivel de escritura es baja. Por eso, van a ver repeticiones de palabras debido a mi vocabulario bajo.

Pd: Mi conocimiento sobre el béisbol es muy básico, no sabía nada de tal deporte antes de ver Diamond no Ace. Por eso quiero aclarar que cuando mencione sobre entrenamientos, seguro va a ser algo rápido y todo apresurado. Con respecto a los lanzamiento de Sawamura, todavía no me queda bien claro las direcciones y rupturas de sus bolas pero voy a tratar de informarme. 

Siendo sincera, no me gustaría rever las primeras dos temporadas de Dna porque sufrí mucho con lo que le pasaba a Sawamura Eijun pero voy a leer el primera manga, se me va a hacer más rápido y fácil.

Dream BatteryWhere stories live. Discover now