Remember that night?

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Sirius jamás imaginó estar en una relación con Rabastan Lestrange, toda su vida se había negado a seguir los caprichos de su familia acerca de casarse con alguien sangre pura, el chico tenía la edad de Regulus y este fue quien los hizo acercarse con la excusa de que Rodolphus estaba casado con Bellatrix por lo que tener una amistad con Rabastan sería conveniente para ellos, lo cual era una completa mentira pues habían hecho una apuesta basada en su proyecto de pociones, quien tuviera menor calificación le hablaría a la persona que le gustaba, cuando Sirius se enteró realmente se le hizo algo muy infantil pero ambos tenían 12 años, así que no podía culparlos, por lo menos se había ahorrado que James lo molestara gracias a Regulus y su estúpido flechazo, todos pensaban que su hermano lo odiaba; ahora, a sus 20 y 18 años estaba completamente feliz a su lado mientras tanto ambas familias estaban orgullosas, los Lestrange pensaban que Rabastan jamás tendría una pareja ya que cualquier interés amoroso le parecía irrelevante, los Black estaban seguros que Sirius terminaría con alguien traidor a la sangre, mestizo o nacido de muggles, definitivamente se habían equivocado.

Su noviazgo había empezado de una forma extraña, con un Sirius de 16 años quejándose de una discusión con James pues este le había dicho que Regulus era demasiado atractivo, se había ido indignado y después no dejaba de quejarse con Rabastan cada cinco minutos, cuando ya le había hablado durante más de dos horas Lestrange decidió quejarse, recordaba una frase específica "Si tan solo fueras un poco sensible notarías cuando alguien está enamorado" dándole a entender que su mejor amigo salía con su hermano y dejándolo solo como un perro abandonado, ese mismo día se disculpó con ambos empezando a cubrirlos de su familia, aproximadamente tres meses después Rabastan lo besó y ninguno de los dos era capaz de preguntar que eran realmente hasta que Rodolphus lo dijo en una cena familiar.

Aquella noche había sido la mejor de sus vidas, Sirius apareció en casa de los Lestrange en plena madrugada tirando pequeñas piedras a la ventana de su novio para que este despertara, Rabastan no lo dudo ni un poco para vestirse y bajar con él, a las 2:30 exactamente se fueron en la motocicleta de Black para dar un paseo por cualquier lugar que se les ocurriera al alejarse de ahí, decidieron que la carretera sería una buena opción, la oscuridad de aquella noche junto con la adrenalina del viaje los hacía sentir una felicidad inmensa, Rabastan se abrazó a Sirius recargando su cabeza en la espalda del mayor; ninguno de los dos se había percatado de la lluvia hasta que esta se volvió violenta llevándolos a refugiarse en una gasolinera donde compraron un café para aumentar la temperatura lo cual fue inútil pues ambos empezaron a jugar bajo la lluvia olvidándose de sus preocupaciones, Rabastan besó a Sirius varias veces hasta que este se hartó y solo lo abrazó fuertemente para que dejara de hacerlo, se quedaron ahí hasta el amanecer cuando regresaron a sus respectivas casas recordando su pequeña escapada nocturna. El día siguiente fue un infierno para ambos pues terminaron en sus camas con un resfriado, pero sus sonrisas aún seguían apareciendo.

Entendía a la perfección como había pasado todo eso, en gran parte fue su culpa y la falta de confianza para resolver los problemas entre ellos tampoco les ayudaba; era el fin de semana más cercano al cumpleaños de Remus así que decidieron festejarlo en el departamento de Sirius, Rabastan se dio cuenta del trato especial que tenía el licántropo con su novio y como este parecía intentar ignorarlo, pero sin poner algún límite a la situación, al acercarse para pasar un rato con ellos Peter empezó a crear discusiones falsas que terminaron en una real donde Lestrange hacía evidentes sus celos hacia Lupin y el alcohol que ambos habían tomado los impulsaba a seguir diciendo lo que sobrios jamás se atreverían.

-Es mi amigo, no puedes estar celoso de el, jamás pasará nada más.

-Pues un amigo no te estaría abrazando cada que tiene la oportunidad ni mirándote como lo hace el, ten un poco de sentido común.

-Lo tengo, pero tú siempre te tomas todo tan personal, entiende que no eres el centro del universo, tan solo olvida todo esto ¿Quieres? Haz tu vida solo.

-Me encantaría, quédate con él, con alguien de tu altura, un mestizo, al final eres un traidor en cualquier sentido.

Cuando Lestrange se fue Sirius seguía enojado y no dejo de beber durante toda la noche, para fortuna suya estaba en su casa, les hizo creer a todos que su ruptura había sido algo insignificante. Sus amigos se fueron hasta el día siguiente antes del anochecer, se había divertido tanto con ellos que se olvidó de Rabastan, ahora estaba solo con el recuerdo de su discusión, era el primer día donde estarían separados, lo único que hizo fue acostarse en su cama y llorar, se sentía destruido pues gran parte de su vida se había ido, las lagrimas corrían sin parar hasta poder quedarse dormido dejándolo un dolor de cabeza inmenso al despertar.

Después de un mes empezó a salir adelante aceptando las invitaciones de sus amigos para despejarse un poco, aunque seguía llorando algunas veces, no era fácil salir de eso. En el segundo mes ya se sentía bien, aprendió a escribir cartas cada vez que lo extrañaba y por obvias razones jamás entregaría, llegó a escribir más de diez, algunas con rabia, otras con tristeza, sus favoritas eran las felices donde contaba cada recuerdo maravilloso. Luego de tres meses ya estaba fuera de su mente, dejó de darle importancia a su nombre e ignorar a los demás cuando le preguntaban como llevaba aquella separación, estaba volviéndose una excelente versión de sí mismo. Cuarto y quinto mes, ya estaba viviendo feliz, había recuperado su brillo que tanto lo caracterizaba, amándose cada vez más, de vez en cuanto lo recordaba con una sonrisa, formó una parte importante de su vida no podía tenerle rencor, lo estaba haciendo tan bien y no tenía que intentar.

Ese día se encontraba solo, fumando un cigarrillo junto a su motocicleta, estaba completamente relajado cuando sintió a un hombre acercarse, lo conocía a la perfección, Rabastan Lestrange, Sirius le acercó la cajetilla y este tomó uno sin decir una palabra, mientras el humo salía ambos estaban callados, sorprendentemente no se sentían incómodos, pasaron varios minutos en silencio hasta que empezó a llover intensamente, ni siquiera les dio tiempo de buscar donde refugiarse y como un instinto natural Black se subió a su motocicleta ofreciéndose a llevarlo a él también, Lestrange aceptó.

- ¿Recuerdas esa noche? Un mes antes de nuestra discusión-Sirius sintió como si le hubieran dado un pinchazo con una aguja directamente en su corazón, creía haberlo superado, solo se mintió.

- ¿Cómo podría no hacerlo? -Una lagrima resbaló por su mejilla- ¿Es normal extrañarte y creer que terminar fue un error?

-Para-Rabastan le pidió estacionarse en la gasolinera de aquella vez, bajó de la motocicleta y Sirius no pensó en pararlo pues había hecho todo incómodo, pero el chico solo se acercó a besarlo, gustosamente Black le siguió hasta que el menor se separó-Claro que es normal porque yo también lo hago.

- ¿Estamos volviendo? Porque yo amaría hacerlo.

-Claro que sí, mi amor-Y esas últimas dos palabras inundaron su cuerpo de felicidad.

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