-Oye...
-¿Qué?
-¿Cómo que “¿qué?“, bastardo?
Los ojos ónix del moreno ascendieron lentamente desde su informe, el cual estaba repasando antes de llevárselo a Kakashi, hasta toparse con el enfurruñado mohín en los labios de su rubio amigo. “Deberías estar durmiendo, idiota. Mañana te nombrarán Hokage...“, pensó.
-No entiendo qué te pasa, Naruto.
-¿Me preguntas a mí que qué me pasa, de veras? ¡Pues verás! -Levantando al azabache por el cuello de su camisa bruscamente, Naruto clavó una intensa y penetrante mirada en los sorprendidos ojos oscuros y chasqueó la lengua antes de hablar-. ¡Hay algo
que no hemos hecho desde hace mucho, mucho, muuucho--...!
-Ya te he entendido, torpe.
-...¡muuuuucho tiempo! -Culminó aflojando el agarre, aunque todavía no parecía dignarse a soltar a Sasuke-. ¿Te imaginas... -se acercó peligrosamente al rostro níveo del contrario tanto que el moreno tuvo que apoyar ambas manos en el escritorio donde había estado anteriormente ocupado con el informe para echarse hacia atrás y girar su rostro, tratando de ocultar un suave carmesí en sus mejillas de los ojos azules de Uzumaki Naruto- ...qué puede ser, Sasuke~?
Ese tono de voz caló al Uchiha hasta los huesos. “No puede estar hablando ahora de... eso.“
Su mirada vagó inconscientemente hacia los labios entreabiertos de Naruto y tragó saliva silenciosamente, sintiendo la sangre acumularse notoriamente en su -antiguamente- pálida cara. Movió las manos nerviosamente tratando de ir incluso más atrás y acabó por tirar su informe al suelo.
Naruto, por su parte, pestañeó confuso un par de veces hasta que entendió lo que pasaba -Sasuke no se ponía nervioso por cualquier cosa, precisamente- y su sonrisa zorruna característica se extendió por su cara. “No es lo planeado... pero ¡podría aprovechar esto, de veras! Si quiero eso, lo tendré.“
-¿Qué crees que es, Sasuke bastardo...? -susurró moviendo lentamente su cuerpo hasta apresar el cuerpo made in Uchiha entre el escritorio de madera y él mismo-. ¿Podemos hacer algo como eso hoy? -tanto su tono de voz insinuante como sus ojos maliciosos hicieron a Sasuke estremecerse perceptiblemente.
Se sentía paralizado, y seguramente su cara estaba más roja que el tomate de media tarde que se había comido hace un rato. Cerró los ojos frunciendo el ceño, ¿quién se creía Naruto que era para--?
“¡¿EH...?!“
Dio un respingo por la sorpresa al sentir una mano moviéndose sobre su pantalón lentamente, reacción que hizo reír entre dientes al rubio.
-¡I-Idiota...! Aquí- no...
-Bien.
En un visto y no visto, Naruto le había robado un beso corto pero no por eso menos fogoso, se había alejado y meneaba en el aire una billetera con el emblema Uchiha en la tapa.
-¡No será aquí, créelo! Después de todo, aunque tu ramen casero es delicioso... ¡el mejor solo lo hacen en Ichiraku no Ramen, bastardo! E ir juntos a comer ramen allí... ¡Es algo que no hacemos desde hace mucho!
-Na... ru... to...
“Oh-oh...“ El rubio notó un aura asesina alrededor de su mejor amigo y el trinar de unos pájaros que bien sabía sentenciaban su muerte. Con una velocidad que sólo él podría tener, saltó por la ventana justo antes de que la pared de la casa del azabache volara por los aires en una explosión que no sorprendía ya a nadie; era la 8va de la semana... y aún era miércoles.
-¡NO PIENSO LIMPIAR ESO, SASUKE BASTARDO! -le gritó un tejado más adelante Naruto-. ¡Además! Si vamos los dos ahora... ¡luego hay otro algo que tenemos pendiente y podríamos resolver, créelo!
Sasuke lo miró aún molesto... y chasqueó la lengua, yendo en silencio con Uzumaki Naruto.
“Más te vale que esta vez, ese algo, sea lo que yo pienso.“
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ALGO
HumorCuando quiero algo, ¡lo consigo aunque me cueste la vida, de veras! Eso es algo que Sasuke bastardo aprenderá a las buenas o a las malas... jejeje~.