Escuela para Cirujanos

1. Presentaciones

En una sala grande y bien iluminada un par de sujetos clase D, ayudaba al personal de conserjería a convertir uno de los salones de juntas en algo más como un aula.

Colocaron seis sillas con sus respectivos escritorios individuales a una distancia de al menos un metro entre cada uno y clavaron una pizarra a la pared al frente de los pupitres.

Los técnicos en tecnología terminaban de colocar las cámaras y micrófonos en las cuatro esquinas.

-Hey viejo- dijo uno de los clase D al jefe de cuadrilla de conserjeria -¿A quien le van a dar clase en este salón?

-No te interesa -respondió el hombre mientras revisaba que los vidrios -blindados y de doble vista- estuvieran perfectamente ensamblados sobre el marco de la ventana.

-Seguro es alguno de los bichos que tienen aquí -dijo entre dientes al otro clase D que seguía trabajando.

-Ponte a trabajar D-12464 -le respondió el conserje -o te quedarás aquí con uno de esos "bichos".

-¿Eres nuevo verdad? -preguntó el clase D, que hasta entonces había barrido en silencio.

-Es mi tercer día y las cosas no se ven tan mal como cuentan.

-Tal vez hoy sea tu día de suerte.

-Todo listo chicos. Ya terminamos, recojan sus cosas que en cinco minutos esto se volverá un caos -gritó el jefe de la cuadrilla -Clase D ustedes se quedarán aquí, creo que van a requerir sus servicios en el aula.

D-12464 se quedó parado mientras el otro terminaba de recoger el polvo en el suelo.

-Te lo dije, hoy es tu día de suerte.

††††

En el pasillo, acompañados solo por una persona de seguridad, los dos clase D se mantuvieron quietos y en silencio hasta que una voz grave y amena hizo eco por todo el lugar.

-¡Buenos días!

Por inercia los dos clase D contestaron el saludos y descubrieron a dos hombres uno pequeño y bastante robusto y calvo* que los saludaba con una gran sonrisa y el otro, mucho más serio pero afable llevaba en sus brazos algunos libros.

-Viste sus manos- susurró D-12464 a su compañero y este le propinó un codazo en el abdomen.para que se callara.

Mientras el pequeño hombre contemplaba el salón.

-¡Oh! Esto ha quedado de maravilla. Gracias muchachos -se dirigió a los clase D y ellos solo asintieron avergonzados.

-¿Tu crees que esto funcione?- preguntó el joven al pequeño.

-Quien sabe. Fue una propuesta muy extraña del Comité de Ética y aún más raro que el Consejo O5 lo autorizara. Pero ¿Que le vamos a hacer? Ellos son los que mandan. ¿Tu que piensas Caín?

-No lo sé Bes, solo espero que esto no se convierta en una tragedia.

-Si, yo también -hizo una pausa pensativo y luego cambio su tono -basta de negatividad, hazle un favor a este pobre viejo y ve a verificar si ya están aquí nuestros alumnos.

-¿Nuestros alumnos? -preguntó burlón Caín mientras iba de salida -yo solo vengo de apoyo y te recuerdo que yo soy más viejo que tú.

-El tiempo no nos ha tratado igual -le gritó Bes cuando Caín ya estaba fuera del salón.

†††

Los dos clase D miraron a Caín abrir la puerta de seguridad y hacerse a un lado para dejar pasar a una comitiva de cuatro guardias de seguridad, dos al frente, dos atrás y entre ellos un ser vestido completamente de negro y con una máscara de cuervo, con las manos esposadas y un collar de inmovilización.