Antes de Abril - Minsung

Buenos días

—Perdón—susurre haciéndome a un costado con mi cuerpo para dejar pasar a la persona de baja estatura, no lo mire, solo pase, estaba pensando en muchas cosas como si me aceptarían en la universidad de medicina, no lo podía negar, estaba nervioso, MUY nervioso, según yo había dado ese exámen bien, pero mi parte negativa me decía que no debía confiarme de mis inexpertos instintos, la campana sono y tuve que correr, obviamente tuve que correr, iba a llegar tarde al salón y si eso sucedía de nuevo, todo iba a terminar

Y no podía permitir eso,tenía un futuro que cuidar, quería ser el mejor médico del país, poder salvar vidas, pero claro, no lo iba a decir en voz alta, no podía ya que todos me miraban como el típico chico de color negro y rock

Suspiré tranquilamente,había llegado a tiempo, me senté en mi sitio de siempre, ignorando algunas miradas, para ser sinceros yo no tenía fe en llegar temprano, pero aquí estamos, las cosas pasaban por algo, ¿no?

En fin, no podía contar una historia desde el comienzo o tan detalladamente, a mis 17 años solo hacía cosas banales como tocar la guitarra hasta media noche, estudiar para los exámenes de admisión y estudiar para los exámenes del colegio,para ir a mi ritmo nadie iba a ser mejor que yo, nadie podía seguirme y aquellos que lo intentaban terminaban a comienzos de la meta,no es que yo me matara haciendo cada cosa, solo que a veces se me salía la espontániedad, por eso cuando acabe el colegio no había ningún compañero de mi salón queriendo tomarse foto conmigo o no tenia a mis padres presentes,solo un gran ramo de flores que ni al cabo no eran mis favoritas entre mis manos y un pedazo de papel que  se veía en grandes letras "1er puesto" otra diploma más que iba a parar al mueble de orgullo de mis padres, solo era aquel niño rebelde que de seguro ganó el 1er puesto gracias a sus padres y su gran suma de dinero, igual ni me importaba tantito los rumores, de todos modos conseguí entrar a la mejor universidad de medicina que había en el país y yo sabía que me lo merecía

De todos los días que pase en la escuela,¿por qué sólo les cuento el último? Porque ese fue la primera vez que lo conocí, acorralado en las escaleras parado dos escalones más arriba dándole la espalda a la ventana de atrás, el sol ya se estaba metiendo por ende se veía tonalidades de anaranjado, amarillo y un poco de rosa, esos colores le daban como anillo al dedo porque lo iluminaba como un ángel y para que negarlo, él era un ángel, era hermoso aun con sus ojos abiertos por la sorpresa y sus manos moviéndose tan disimuladamente escondiendo su nerviosismo

“Yo sé que te gusta este artista, espero yo poder gustarte así también,
Me gustas Han, por favor, dame una oportunidad” muchas pavadas salieron de la boca de ese chico, alto, delgado, en fin ya ni lo recuerdo muy bien, lo único que si recuerdo como si fuera mi propio cumpleaños es que el chico sonrió,escondiendo sus ojos en dos medias lunas, sus dientes asomándose levemente y su cabello lacio castaño cayendo hacia un lado, lo último que escuché de ese día antes de bajar por completo las escaleras fue un “sí”, a los 4 meses (los cuales los 2 meses recientes ya había comenzado mis estudios) descubrí por medio de unas compañeras que pasaban a mi costado en la estación del tren que esa pareja estaban estudiando juntos en la misma universidad y que incluso todos los ex-alumnos votaban por ellos como la pareja que más iba a durar después del colegio,eso fue la última vez que escuché de él

Tenía 32 años cuando pasó todo y tal como lo decidí, era uno de los mejores médicos del país, era alto, y gracias a mi postura y mirada podía notar como las personas terminaban mirandome hipnotisadas, sonreía de lado al ver sus reacciones, agarre el pomo de la puerta y antes de abrirla hable con una enfermera sobre algunos expedientes, le sonrei al final como gratitud y entre a mi oficina con papeles que era del paciente que estaba esperando por mis servicios, mire las indicaciones y todo

—Buenos días, perdón por el retraso yo— me calle lentamente dejando caer los papeles que tenia entre mi índice y del medio dentro del folder, mis labios secaron y puedo jurar que no pestañee, quién diablos pestañaba después de ver a un ángel?

La silla rechino para atrás, un cuerpo delgado se levantó volteandose para recibirme parado haciendo una pequeña reverencia, volví mis ojos al nombre del paciente

Han Jisung

—Buenos días doctor—asentí caminando hacia mi escritorio, deje el expediente en este y trague saliva un poco, suspiré y de nuevo mis ojos conectaron con él, se veía algo perdido y cansado, las ojeras dejabo de sus ojos indicaban insomnio y sus uñas blancas así como la palidez de su cuerpo tal vez anemia

—A que debo su visita Señor Han—

—No tengo hijos, no tiene porque llamarme "Señor" —

—¿Joven?—

—No creo que yo ya entre a esa categoría...—susurro mirando levemente a otro lado y ahí me di cuenta, algo plateado que brillaba incluso más que oro, se veía muy conservado como si fuera un tesoro o algo importante, estaba alrededor del dedo anular de su mano izquierda... Estaba casado—Solo dígame Han—

Asentí ignorando el anillo de matrimonio,suspiré y comencé a preguntarles algunas cosas,le sugerí algunas pastillas para ese insomnio y unos análisis general de todo

Sonrió al final de la atención, pero no era una sonrisa natural, era una suave y perdida sonrisa, hizo otra pequeña reverencia y salió de la oficina como si nunca hubiera estado presente, me senté en mi escritorio repitiendo una y otra vez el momento

No había crecido nada, ni un centímetro, seguía teniendo su cabello lacio y castaño, pero...pero no tenía esa sonrisa que hacía que sus ojos desaparecieran en dos medias lunas, algo había pasado durante esos años que no lo había visto

Lo único que espere con ansias era el próximo miércoles, él dijo que iba a venir de nuevo