Pretende

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Esta vez ni te habías levantado del sofa, ni bien despertaste te sentaste ahí y no volviste a moverte, te plantaste en ese sofa como si fuera el mueble más cómodo, sonrei levemente sentandome a tu costado, el día de estaba oscureciendo, los gatitos comían en sus platitos y Bailey dormía al costado tuyo en el piso, justamente encima de tus pantuflas, me gustaba verte pelear con él porque el perezoso cuando dormía no quería moverse a ningún lado, por más que le dabas toques con tu pie descalzo y frío o hasta le empujabas, él no se movía, él seguía echándose en tus pantuflas

Ese día me contaste sobre un sueño, me sorprendí porque no tenías sueños recurrentes, solo dormías y pasabas el día, con la voz baja me contaste que habías soñado con alguien, ese alguien estaba en medio de un paradero de muchas flores, que eran tus flores, y antes de terminar de contar tu sueño dijiste que era yo el hombre con el que habias soñado, que estaba con mi bata de doctor y con la bufanda que le había dado la 6ta vez de su consulta, te levante lentamente ignorando que Bailey levantó su cabeza para vernos y volver a dormir

Te deje recostado en la cama pero algo me susurraste en el oído “seré tuyo en mi próxima vida, ¿podrías pretender que eres feliz con eso?” me estabas prometiendo tácitamente que ibas a ser mio en una vida que tal vez ni nos encontremos y hasta tenerte como mio tenia que pasar mucho tiempo, puesto que tú te ibas a ir pronto y yo aun no, te di un beso en tu cabello, como la costumbre ya de siempre, del mes y 3 semanas que habíamos estado viviendo juntos, ese día te volteaste y te pegaste a mi espalda como temiendo a que yo me vaya, lo cual era estúpido, porque no era yo precisamente quien se iba a ir

Mire la luz de luna tras las cortinas mientras sentía tu corazón palpitar tranquilamente en mi espalda, tu agarre cada vez se hacía fuerte y aspirabas de mi sueter como si quisieras impregnarte a mi olor

Pero nada podría ir como uno quería, ¿no? Porque ese hombre llegó, tocó la puerta de nuestra casa y con la poca naturalidad y humanidad que le quedaba pidió, no, rogó poder verte y no lo deje, lo sabias, él estaba aquí, lo sabias, aún así no lo deje, pudo haber sido tu esposo por más de 10 años, pude haber sido el amor de tu vida, pudo haber sido el hombre al que aún amas, pero quería seguir siendo egoísta

Y no iba a permitir que te mirara o te hablara, no iba a dejar que le perdonarás para que se sientiera bien consigo

Pase por tu costado parandome unos segundos, agarre la manta que llevabas encima de la pijama de cuadros celeste —No te vayas... ¿Esta bien?—susurre lo ultimo como ruego también, él sonrió mirándome

—Me dijiste que descansará,¿no?, siempre me lo dices, ¿ahora no puedo hacer eso? —pregunto divertidamente

—¿quieres verlo? —pregunté, se formó un silencio de 2 minutos, negué un poco —No...no me importa—dije dolido, dándole a entender que sí el quería irse, lo dejaría irse, que si el quería verlo, lo dejaría ver

—¿Por qué querría verlo? — habló levemente, entrelazo sus dedos con los míos empezando a acariciar con su pulgar mi mano—Es muy tarde para que algunos asuntos sean arreglados—y siguió caminando hacia el cuarto, soltando mi mano en el proceso

Mentía

Sabía que mentia

Suspiré, al final sólo tenía que pretender

Suspiré, al final sólo tenía que pretender

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Antes de Abril - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora