18 Otra vez (Kim Sung Kyu)

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La presión se sentía en el ambiente de cada jugador. Era el partido final de secundarias en Seúl, y la secundaria Serim entraba en ello, siendo de las mas prestigiosas y competitivas cuando de baloncesto se trataba, después de todo, tenían a Kim SungGyu en el equipo. Perder no estaba en su vocabulario.

ㅡ Sabes que hoy vienen exploradores ¿verdad?

SungGyu no se detuvo de su estiramiento y miro de reojo al entrenador.

ㅡ Sip.

ㅡ También hay un explorador de la Universidad de Hankuk ㅡ el entrenador señaló la mesa al final de la cancha, donde muchos hombres trajeados trabajan en sus papeles y les miraban de vez en cuando, reconociendo de inmediato a SungGyu ㅡ. Será mejor que lo hagas bien. Tu vida depende de este juego.

SungGyu lo sabía. Era su oportunidad de ser reclutado en la Universidad de sus sueños, y aun sobre ello de incluso ser visto por los expertos y entrar a la liga profesional. Todo su trabajo arduo lleno de entrenamiento durante años estaba en ese juego. Todo dependía de ello. No podía echarlo a perder.

ㅡ Jugaré como siempre juego. ㅡ aseguró con una sonrisita de confianza, aquella que le caracterizaba.

Era bueno en todo lo que se propusiera, sobre todo, claramente en baloncesto, que era su vida. Su apariencia era superior, también lo sabía. Las chicas solían chillar al verlo, correr tras él para llamar su atención, y solía ser la envidia entre los chicos. Así que el nerviosismo nunca le dominaba.

Mas tarde, se encontró terminando su calentamiento junto al resto del equipo, vitoreando emocionados y nerviosos por el gran partido. Era una oportunidad grandiosa para todos, pero nadie podía negar que SungGyu era el que mas destacaría, el principal en el juego.

Se amontonaron para tomar la fotografía grupal antes de que el pequeño estadio de la secundaria se llenase de gente y el equipo rival llegara. La cámara ya apuntaba frente a todos los jóvenes atletas.

ㅡ Un momento, falto yo...

Jang DongWoo llegó corriendo con pasos torpes, tropezando y tambaleándose hasta colocarse frente a SungGyu. Las risas del resto no faltaron y DongWoo se encogió en su lugar apenado.

DongWoo era un chico de baja estatura. Comparado al resto de sus compañeros, era demasiado delgado y pequeño, lo que lo convertía en el punto de mira de todos, que lo veían débil, pero SungGyu siempre estaba ahí para defenderlo.

ㅡ Tenía una guerra de dragones encantados ㅡ murmuro DongWoo, sólo para que SungGyu lo escuchara, en una excusa por su tardanza. SungGyu se llevó una mano a la cien.

ㅡ Si no me ayudas un poco cada vez será más difícil cuidar de ti.

Pero no pudieron intercambiar otra palabra cuando el flash de la cámara los aturdió, y segundos después todos estaban dispersándose de nuevo.

SungGyu se quedó junto a su fiel y pequeño amigo, hasta que su mirada se centró en la puerta de la cancha. Sus ojos se dilataron y su corazón vibro de inmediato.

ㅡ ¿Quién es esa chica tan hermosa?

DongWoo parecía haberse perdido entre la música en sus audífonos, y bailaba de un lado a otro en su mundo. Se retiró un auricular para mirar curioso.

ㅡ Ella es tu novia ㅡ respondió DongWoo, aun extrañado.

SungGyu soltó una risita, encantado.

ㅡ Sí, es verdad. Esa es mi chica.

Y sin esperar respuesta comenzó a trotar hasta la entrada.

Song Eun estaba en la entrada, con el uniforme escolar todavía puesto y la mochila en la espalda, pero su brillante y hermosa sonrisa no adornaba su rostro, en su lugar, se le notaba angustiada y miraba constantemente el suelo, indispuesta a enfrentar la esplendida sonrisa de su novio.