Entre Humedad

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Ladee la cabeza en señal de entender lo que el decía, aló mi mano y me condujo al gran espejo que formaba parte del vestidor.
- Desnudate dijo con voz cortante, sus ojos se oscurecieron un poco lo cual me provocó una especie de miedo satisfactorio y plasentero, negué y se levantó del lugar en el que se había sentado.
- será como tu quieras tesoro dijo, mientras se levantaba de forma brusca, se dirigió hacia mí con paso firme me levantó y me sentó en el citio donde el avía estado frente al gran espejo, me sentó amablemente pero todo se corto cuando poso sus labios en los míos posesivo y voraz sus labios eran tan aviles, su exigencia me dejo sin aliento cuando separó su boca de la mía me di cuenta que estaba total y completamente desnuda, en el gran espejo se reflejaba una chica de piel morena con una expresión sumamente laciba...
ante mi sorpresa el joven de hojos fríos se arrodilló y alzó mis piernas dejándolas a la altura de mi trasero, en esta posición podía observar todo de mi.
- con sólo eso te pones así de caliente, que mona. Su voz era profunda y exitante llevó su mano a mi pare baja y la acarició tentadora mente mientras seguía mirándome fijamente a los hojos, poco a poco el calor en mi cuerpo seguía subiendo no podía más los jemidos se hacían mas intensos y de repente paro.
- Dulzura no te vas a correr sin que yo te disfrute primero, dijo con voz juguetona, su bata cayó en el piso dejando su esbelto cuerpo a la vista...

Mis tres putas tristesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora