Jeongmi [OS] ✓
Mina le prohibió a Jeongyeon que le regalara algo en su cumpleaños... Asegurando que sólo le bastaba su amor.
Pero aún así, la mayor se las ingenió para darle un regalo muy especial, que de ninguna forma olvidaría o podría rechazar.
_...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La castaña tomó el micrófono parándose en el pequeño escenario donde estaban los músicos que habían contratado para la ocasión. — ¡Hola Hola! — Habló probando el micrófono llamando la atención de los presentes. — ¿Esto está encendido? — La mayoría dejó sus conversaciones para dirigir su mirada a ella y al fin sonrió complacida de lograrlo. — Si, su atención por favor señores, vamos enfocados, si ¡Eso es! Genial. — Celebró buscando a la japonesa con la mirada. — Bien.
Cosas como “¿Que hace ahora?” fueron unas de las que escuchó mientras desenredaba el cable del micrófono y Mina la miraba con preocupación.
«Espero no se caiga con la borrachera que carga y ya» pensaba la menor que estaba justo frente al escenario con sus amigas y sus padres. — Jeongyeonnie mi amor ten cuidado ¿Si? — Pidió Mina mirándola con la misma preocupación de su rostro en su voz.
Pero Jeong al verla ensanchó su sonrisa y levantó su pulgar demostrándole lo bien que se encontraba. — Lo haré mi amor, no te preocupes, sabes que soy muy firme. — Bromeó, escuchando algunas risas, aunque Mina hizo un puchero y mordió su labio encantándola de nuevo. — Hermosa eres Minari, sólo mírenla es una ternurita. — Le lanzó un beso y un guiño que hizo sonrojar a la japonesa al sentirse el centro de atención por enésima vez aquella noche, aunque claro era compresible al tratarse de su propia fiesta de cumpleaños. — Soy la mujer más afortunada del mundo por tener su corazón señores, si, si envídienme. — Volvió a bromear riendo suavemente, pero aquello sólo impaciento a algunos presentes.
— Habla de una vez avestruz. — Le gritó Jihyo lanzándole una de las servilletas en su mesa demostrando los efectos que el alcohol en su cuerpo había ocasionado.
— Ya voy Ji, esta líder. — Se quejó riendo nuevamente antes de empezar su improvisado monólogo. — Bien, ahora si, como todos saben hoy esta de cumpleaños mi hermosa y perfecta novia, todo el planeta celebró su cumpleaños y la hizo tendencia, señores, y en vista de que esa señorita que ven allí no me dejó obsequiarle absolutamente nada. — Los rostros de asombro de los presentes se dejaron ver y ella asintió haciendo una mueca mientras que Mina se sonrojó removiéndose incómoda en su asiento. — Así es señores, pero no se preocupen que no le hice caso, y conseguí el regalo perfecto para que no me lo rechace.
— Jeongyeon ¿Que haces? — Preguntó la japonesa tratando de que no se le soltara la lengua más de lo debido.
— Espera amor aquí viene la mejor parte, no me pareció justo ser la única que no te obsequiara nada, cuando no hay nada en este mundo que yo no te daría. — Le dijo mirándola con una expresión que causó ternura en todos, poniendo sus ojos de cachorro y haciendo un puchero que hizo sonreír y negar a la pelinegra.
