Capitulo 16

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Narra Ignacio

Estaba a punto de decirle que la queria, que queria que fuera mia pero alguien nos interrumpio y como siempre sabrán quien es: Andrea, mi novia psicopata. Se preguntaran porque sigo con ella, pues yo creo que es algo obvio, si termino con ella le hará la vida imposible a Wendy y no quiero que eso pase, la tengo que proteger aparte de que siempre esta a mis servicios y cumple mis necesidades; y ya saben a que me refiero.

-¡¡¡¡IGNACIO!!!! Como puedes hacerme esto de nuevo. - Dijo Andrea llorando, esas lagrimas falsas; esta chica ya no sabe que hacer para tenerme. Mire a Wendy a mi lado, tenía una sonrisa de satisfacción, era obvio que le gustaba ver a Andrea en ese estado.

-Vamos Andrea, fue una equivocación, te explico en el camino a la cabaña.- Con una sonrisa falsa me acerqué a Andrea, le di un corto beso en los labios y salí tomado de la mano junto a ella a la cabaña. Era lo mejor que podía hacer antes de que se le lanzase a Wendy. Me da mucha tristeza dejar a Wen así pero era la opción mas correcta.

 Narra Wendy

¿¡PORQUE CARAJO ESTO ME PASA SIEMPRE AMI?! El muy hijo de la chingada me dejo aqui plantada, y eso no es lo peor; lo peor es que seguramente van a hacer sus cochinadas ahora. Esto es frustrante, y no solo porque se haya ido con la Kim Kardashian mal operada sino que siento cosas por el. Lo admito, Ignacio me gusta y mucho pero no por eso voy a dejar mi orgullo. Comence a caminar por la arena, necesitaba despejarme, en cualquier momento una lagrima caería y no me gustaría que alguien me vea en ese estado. Odio llorar, nunca me ha gustado demostrar que estoy mal, que me derrotaron.

Camine unos 20 minutos hasta que me di cuenta de que ya estaba en la cabaña, por un lado quería entrar porque ya me estaba dando un poco de frío y estaba muriendo de sueño, pero por el otro tenía miedo de encontrare a la parejita de tarados en una situacíon bastante comprometedora. Estube pensando hasta que se me ocurrio una idea genial. Podria molestarlos un rato, liberaría tensiones y sacaría toda la bronca que siento.

Busque las llaves en mi bolso y entre a la cabaña, estaba todo apagado y no se escuchaba ningún ruido, creí que los iba a encontrar haciendo cosas sucias pero no paso. Eso es una pena porque no podría joderles la vida como la habia pensado pero que mas da, me voy a dormir. Abri la puerta la habitacíon en donde dormiriamos yo y Vicky pero me sorpendí cuando vi a Tobias sosteniendo la cintura de Vicky mientras dormían, la escena era tierna pero ¿en donde mierda dormiria yo ahora? 

-Wendy, me dijo Tobías que tu vas a dormir conmigo.- Escuche esa voz ronca a mis espaldas, me di vuelta y ahí estaba sonriendome. Cuando cai en la cuenta de lo que me había dicho, un grito ahogado se iba escapar por mi boca pero el se dio cuenta y en un movimiento rapido me tapo la boca con sus manos. Me miro a los ojos, esos hermosos ojos azueles me miraban y no podia evitar ponerme colorada. -Andrea se durmió en el sillon y la tuve que acostar al lado de Fabri, solo quedamos nosotros.- Dije con una sonrisa picara.

-Esta bien, vamonos.- Me hubiera negado y resistido, pero el sueño me esta matando, y no tengo ganas de molestar. 

-¿Hablas encerio?- Pregunto sorprendido, tenia ganas de contestarle con alguna grosería pero me contuve.

-Si, me pongo el pijama y vamos rapido antes de que me arrepienta.- Dije con fastidio, saque el pijama de mis maletas y fui al baño para cambiarme, cuando salí me encontre a Ignacio con un pantalon suelto y sin camisa, ¿¡Acaso este chico me quiere matar!?. El sonrió y camino por el pasillo guiandome hasta la habitacíon, dude en seguirle pero lo hice de todas formas. Entramos al cuarto y para mi mala suerte, era una cama de dos plazas. Ahora si que voy a pasar verguenza. Mejor que venga Colton Hayes y me lleve, ¿Es mucho pedir? Bah, que mas da. Abri las sabanas y me metí en la cama. Ignacio se quedo parado pero después reacciono y se recosto a mi lado. 

Senti como Ignacio ponía sus manos en mi cintura y como me apretaba junto a el, lo peor es que no me separe de el. Fue como si me hubieran hipnotizado, mis manos no se movian y mi cerebro estaba en pausa, pasaban fotos en mi mente, fotos de cuando conoci a Ignacio, de los momentos que pasamos juntos y de los besos que nos dimos. Y así, poco a poco me deje llevar en los brazos de Morfeo y me quede dormida.

Te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora