❥ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮𝟮 ❀

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Una adolorida Chaeyoung se encontraba acostada en su cama

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Una adolorida Chaeyoung se encontraba acostada en su cama

No había ido a clase en unos días debido a sus golpes y no podía estar más aburrida

Y además de aburrida estaba preocupada, había faltado a clases y eso significaba que iba a perderse la materia que estaban pasando

Lo peor es que ni Dahyun ni Tzuyu le pasaban la tarea, la primera porque no escribía en las clases y la segunda ni siquiera leía sus mensajes

Podía perfectamente pedírsela a Mina, pero no quería molestarla, debe estar ya bastante ocupada como para pasarle las tareas

Con un pesado suspiró miró al techo

Unos tres golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos

Su madre abrió un poco y se asomó

–Una chica bonita viene a verte –Avisó –Espero que te hayas bañado

–¡Mamá! –Se quejó –Si me bañé... –Desvío la mirada con un puchero, la mujer se apartó riendo para dejar pasar a la chica de dorados cabellos por la que Chaeyoung perdía la cabeza

–Hola Chae –Saludó alegre, la recién nombrada reconoció perfectamente esa armoniosa voz, instantáneamente se volteó

–¡M-Mina, hola! ¿Q-Qué haces aquí? –Rascó su nuca nerviosa, reprimió un bufido al ver a su mamá detrás de Mina burlándose con señas

–B-Bueno... N-No has ido a clases y... P-Pensé que podías necesitar las tareas... –Se sonrojó y fijó su vista en el suelo, odiaba ponerse así de nerviosa al estar cerca de la pelinegra

–Woaaah, ¡Muchas gracias! –Sonrió –La verdad sí las necesitaba –Rió un poco

–Pudiste habérmelas pedido –Soltó una risita sentándose a los pies de la cama después de haber cerrado la puerta

–Lo sé, es sólo qué... No quería molestarte –Jugó con sus dedos

–No me molesta, tontita –Sacó sus cuadernos de su mochila sin perder la sonrisa –Nunca será una molestia ayudarte –Los dejó sobre la cama mirando a la menor

La recién nombrada sentía su corazón latir sin parar y su cara arder, ésta chica la volvía loca

Y no podía estar más feliz de eso

–Gracias, Minari –Sonrió bobamente

La mayor se acercó un poco más a la pelinegra, examinando sus heridas que eran tapadas con parches

–¿Aún te duelen? –Acarició el moretón de su mejilla

–S-Si, pero ya n-no tanto –Rezaba para que Mina no escuchara los fuertes latidos de su corazón, estaba muy cerca

–¿Me prometes que nunca más harás algo así otra vez? –Miró a Chaeyoung a los ojos

–¿E-Eh? 

–¿Me lo prometes? –Insistió con la mirada

Son no sabía qué responder

Perfectamente podría decir "Lo prometo" pero eso sería mentirle

No estaba segura de que nunca más vuelva a pasar alguna situación parecida, aunque esperaba que no

Tiene un fuerte sentimiento de proteger a su pingüino a toda costa, no puede dejar que nada le pase

Suspiró y sonrió un poco

–No puedo prometer algo en vano, Miguri –La miró

–¿Por qué?

–No sé si en alguna ocasión tendré que hacer lo mismo –Rió un poco –No estoy segura si de nuevo me darán una paliza o me involucre en alguna pelea, pero... Yo quiero cuidar de ti, porque si algo te llegara a pasar no me lo perdonaría nunca –Puso una mano en la mejilla de la contraria, acariciándola levemente con el pulgar –Lo siento, pero no creo poder cumplir esa promesa

Kang bajó la mirada para soltar una pequeña risa

–Bueno, entonces cambiemos la promesa –Volvió a mirarla –Prométeme que me vas a proteger... Pero tú me dejarás protegerte también –Sonrió

Con las mejillas rojas Chaeyoung rió

–De acuerdo, lo prometo –Le ofreció su meñique

Si cualquier otra persona le hubiese ofrecido su meñique para forjar una promesa se reiría de lo infantil que es

Pero si aquella chica se lo ofrecía, no dudaría ni un segundo en tomarlo

Ambas cruzaron sus meñiques sin dejar de mirarse y sonreír ampliamente, perdiéndose en los ojos de la contraria como les solía pasar en los últimos días

Chaeyoung decidió dar el paso y la besó

Era un beso lento que transmitía todo sus sentimientos

Ambas sonrieron en medio del beso y rieron por aquello

Se abrazaron y la rubia pasó sus brazos por su cuello para hacer el abrazo más profundo

La contraria se recostó nuevamente y empezó a acariciar suavemente su cabello, jugando con algunos mechones

Por otro lado la mayor se escondió en su cuello, aspirando el aroma que tanto le gustaba

–Tienes que hacer las tareas –Le recordó, sin moverse de donde estaba

Sonrió cerrando los ojos y dejó un beso en su cabeza, para después acurrucarse más

–La tarea puede esperar

–La tarea puede esperar

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¡𝐏𝐨𝐫 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫, 𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫𝐚 𝐊𝐚𝐧𝐠! ― 𝐌𝐢𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora