❝unico❞

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Un entusiasmado Jisung había llegado de su trabajo nocturno con una felicidad en demasía, abre la puerta de la habitación que compartía con su esposo, llevándose una sorpresa nada agradable, balbuceó unas cosas pero nada coherente salió de su boca, cerró la puerta con fuerza haciendo que los dos que estaban en la cama se despertaran.

. . .

—Ya no te amo, esto se acaba aquí y ahora.

Agarró su maleta y se fue de la mano de la chica alta con la cual la había encontrado en la cama.

Dejando a Jisung con el corazón roto, hecho lágrimas.

Se echó en el suelo a llorar, dejo que su llanto se escuchara, por fin se había sentido libre de llorar, esta vez no se puso sus manos en su boca tratando de calmar sus sollozos.

Desde el momento en el que se despertó pensó que este día seria como todos, el llegaría a casa en la mañana después de una larga y pesada jornada nocturna, que se acostaría en su cama matrimonial, que cuando tratara de abrazar a Minho este se volteara dándole la espalda, que no le daría su besito de buenos días.

Creyó que todo sería como siempre, que cuando su esposo se fuera a bañar, los mensajes de esa chica alumbrarían la pantalla del celular en silencio que siempre dejaba en la mesita de noche al lado de la cama, mensajes que a Jisung le mataban de curiosidad y terminaba viéndolos, aunque esto lo rompiera más cada día y él lo sabía.

También pensó que fingirían ser una pareja estable cuando Minho tuviera su junta y el estaría ahí, para que los padres de Minho no sospecharan nada, y que después, su esposo se fuera a ver con esa chica, y aunque él lo sabía, quería aferrarse a la idea de que Minho lo volvería a amar.

Pero no fue así, este día había sido muy diferente y doloroso, o al menos para Jisung.

Había tenido que soltarlo, desprenderse de él, aunque no quisiera, aunque esto doliera mas que romperse una pierna, porque si, Jisung prefería una y mil veces perder una pierna que perder a Minho.

Jisung tenía rabia, tristeza acumulada, y hoy había explotado, había soltado todo, solo, porque ahora estaba solo.

Él nunca se había permitido llorar así delante de minho, no quería que lo viera como un débil.

Porque si, eso era, un débil, o al menos así se sentía él.

—¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto si yo no le he hecho nada a nadie? —se preguntaba Jisung entre su llanto.

Sintiéndose idiota, un tonto total.

Y comenzó a preguntarse si en verdad Minho lo había llegado a querer en algún momento.

Al final, se había quedado dormido en el piso, con restos de lágrimas, abrazando el peluche que todavía conservaba del momento en que Minho le había pedido noviazgo.

. . .

—Minho, Minho, por favor escúchame, tenemos que hablar, solo un segundo, por favor, es lo único que te pido.

Así es, Jisung con la poca dignidad que tenía había ido al trabajo de Minho a rogarle.

Como si el hecho que le hubiera sido infiel fuera poco.

—No, Jisung, ya no hay nada de que hablar, lárgate, los papeles de divorcio te los llevara mi secretario el día de mañana si es por eso a lo que vienes.

—¿Por qué? —preguntó Jisung y sus lágrimas amenazando con salir.

—¿Por qué que? Jisung con qué tontería vienes ahora.

❝Dependencia❞ ➤ MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora