00. Prólogo

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Mirar el techo en busca de una "solución" era lo mejor que podía hacer SeHun en ese momento. Desde la ventana de su habitación se podía ver cómo iba oscureciendo gradualmente, los minutos pasaban de forma acelerada, pero el chico de cabellos castaños no se movía de su lugar, estaba en alguna clase de shock del cual no podría salir muy fácilmente.

Pero, ¿Qué se supone que debía hacer a estas alturas?

La desesperación, angustia, su mente estaba tan confusa que sus pensamientos se entremezclaban de una forma desagradable, haciéndolo dudar de cientos de cosas como si todo su pasado fuera un error. Decisiones incorrectas, secretos, mentiras... Su vida estaba rodeada de esas cosas y de repente todo estaba regresando a él como un boomerang que caería justo en su frente.

Oh, cierto... No están al tanto; Dejen les explico la situación.

SeHun era un chico de ya veinte años, cabello oscuro y facciones marcadas, dicho chico que se encontraba a principios de su segundo año de universidad, cursando la carrera de ingeniería informática. Un chico estudioso que creció en el seno de una buena familia, a lo largo de su vida recibió halagos de muchas personas gracias a sus logros tanto académicos como artísticos y deportivos, era alguien de promedio admirable desde pequeño y un carisma único que te atrapaban cuando menos lo esperabas.

Alguien realmente destacable, debería decir.

Pero hay un "problema" con él.

Es gay.

Y ha escondido a su novio de sus padres por año y medio.

Problemático, ¿No lo creen?

"¿Cómo pudo esconder a su novio de sus padres durante año y medio?" Se preguntarán ustedes, la incertidumbre llenando sus estómagos ¿No es así? Pues realmente es muy sencillo de explicar; SeHun formalizó su relación con su novio un mes después de haberse mudado a un apartamento propio, uno que fue patrocinado por su hermana mayor, la única que conocía de su orientación sexual en toda su familia.

¿Y su pareja en cuestión? Bueno, él aparentemente no estaba muy enterado sobre el hecho de estar escondido. No sabía casi nada de la familia del menor realmente, datos vagos y afirmaciones confusas, conocía por sus relatos la existencia de sus dos hermanas, pero la forma en la que se trataban era simplemente un enigma.

Similar a un tabú.

Su nombre era Kim JunMyeon, realmente un buen chico, mucho más bajo que SeHun en estatura, mayor en edad por algunos meses, de cabello negro y brillantes ojos, de cejas pobladas y labios rosados. Un chico muy bueno en las materias con números y fórmulas complejas, pero quien —sorprendentemente— estudiaba artes escénicas en la universidad de Seúl. Lo podríamos nombrar como el amor de la vida de SeHun.

Con una sonrisa que enamoró al contrario de inmediato, una increíble habilidad para los trucos de magia que SeHun aún recuerda haber visto en su primera cita y un humor algo sarcástico, Kim JunMyeon era el chico perfecto para Oh SeHun.

Luego de suficiente tiempo, se podía decir que realmente SeHun amaba mucho a JunMyeon, mucho más de lo que expresaba regularmente.

Entonces, ¿Qué debía hacer?

La situación que se presentaba frente a él simplemente le hacía entrar en un estado de estrés tan crítico que su cabello pronto se caería de tantos jalones que le había dado.

Su mirada se mantenía en el mismo sitio, perdida en su recámara, su cuerpo estaba completamente quieto, igual que una estatua, y si no fuera porque estaba parpadeando cualquiera creería que estaba muerto.

Respiraba profundo, inhalaciones grandes hacían que su pecho se elevara y las exhalaciones rápidas por su boca dejaban escapar todo el oxígeno, hacía aquello repetidas veces mientras recordaba la llamada que había tenido unas horas con su padre.

"¿Qué va a hacer qué?" Había interrogado con sorpresa y nerviosismo cuando la voz de su progenitor había resonado antes en el altavoz de su teléfono.

"Iremos a Corea en una semana. Haz espacio para nosotros en tu departamento". 

Aquella afirmación daba vueltas en su mente, tal como una amenaza de un peligro inminente.

Sudaba frío de solo pensar en su padre estando en su departamento y encontrándose con su novio de repente, o tal vez llegando de imprevisto y encontrándolos juntos...

Y es que JunMyeon era tan tranquilo y directo, que probablemente recibiría al señor Oh presentándose como el novio de su hijo, el cual cree — asegura— que es ciento por ciento heterosexual y un excelente partido para una preciosa chica.

Porque —tal vez— los Oh eran homofóbicos.

Muy buenas personas, pero igualmente homofóbicos.

Pobre señor Oh, no se daba cuenta que su hijo tenía la palabra "Gay" tatuada en la frente y resaltada con pintura neón.

Los señores Oh estarían con todas sus maletas en Corea en tan solo siete días, exactamente una semana, y SeHun no sabía que hacer sobre JunMyeon, el mayor lo visitaba casi siempre luego de salir de sus clases, estaba constantemente al tanto de él y fingir que su novio Kim JunMyeon no existía estando su familia a su lado sería simplemente imposible.

¿Cuáles eran sus opciones?

¿Podría decir que JunMyeon era su amigo? Realmente no, esa idea estaba descartada. JunMyeon era muy directo, negarlo solo sería un caos.

¿Podría continuar escondiendo al mayor? Pudiera intentarlo y morir en el intento. No, gracias, siguiente opción.

¿Podría pedirle un "tiempo" a JunMyeon y que dicho tiempo termine cuando sus padres se vayan? Okay, pudiera ser factible, pero ¿Y si sus padres no se iban hasta dentro de uno o dos años? Para ese entonces se consideraría que habían terminado.

Un grito agudo de frustración salió desde lo más profundo de su garganta, creando una comezón por lo brusco de su acción, mientras con fuerza se tomaba de los cabellos, desordenando, dañando y maltratando sus hebras oscuras junto con sus cuerdas vocales.

¿Podría decirle a sus padres que era gay?

¿Podría decirle a Jun que no lo visitara porque estaba de viaje?

¿Podría seguir mintiendo?

¿Podría migrar y olvidar todos sus problemas?

¿Podría negarle la estadía a sus padres?

¿Podría...

Terminar con JunMyeon?

—¡Definitivamente no! —se gritó a sí mismo, su pulso se aceleró de forma repentina, con temor, golpeó su cabeza contra una almohada repetidas veces, intentando borrar cualquier rastro de esa idea.

SeHun nunca podría terminar con JunMyeon. No, no, no... El mayor era un demasiado bueno, paciente, cariñoso... Era lo mejor que le habría podido pasar es sus miserables veintiún años, y no merecía que algún idiota como SeHun le cortara por sus inseguridades y cobardía.

Continuó golpeándose contra la almohada hasta que de repente una idea cruzó por su mente.

Sí, es cierto, SeHun no quería terminar con JunMyeon.

¿Pero qué tal si JunMyeon terminaba con él?

Cómo perder un novio en siete días | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora