-¡Corré mi chiquita, corré!

11 0 0
                                    

Las sirenas resuenan por todo el barrio, los vecinos se acercan al desolado descampado que se encuentra en la otra punta, contraria a la entrada. La policía desenrolla varios metros de cinta de poste a poste para que nadie pase. La ambulancia, el equipo forense y los medios de comunicación llegan uno detrás del otro para todos ser testigos de un cuerpo cubierto por una sábana blanca en mitad del yuyal.
Las redes sociales estallan ante miles de videos de la madre de la joven que llevaba más de dos semanas desaparecida. La mujer grita ante la figura de su chiquita que yace debajo del manto. Varias personas del cuerpo forense toman fotos de la zona y destapan el cuerpo también. Sus manos están sobre su pecho, sus dedos se entrelazan como si de un rezo se tratase y su boca y ojos están abiertos como si intentase gritar. Los hashtag no tardan en llegar, así como la filtración de la imagen de la chica en dicha posición que causan polémica, no sólo en el país, si no que al rededor del mundo.
1 - Correr:
-¡Corré mi chiquita, corré!

-Mi nombre es Fernanda Blando, tengo 47 años- moquea- y soy la madre de la víctima, Luisana Gonzales.
La señora está sentada en una silla en medio de un cuarto pintado de gris, delante de ella está el fiscal que lleva el caso, pero un escritorio de madera clara los separa.
El foco sobre su cabeza la hace sentirse el centro de atención, así que se mantiene encojida de hombros, con sus piernas bien juntitas y sus manos sobre estas, manteniendo la mirada fija en un nudo de la clara madera en la que quiere golpear fuertemente en busca de reacción ante la situación por parte de la policía.
- ¿Podría dar su testimonio del día en que Luisana Gonzales desapareció?

-Ya se los di después de efectuar la denuncia- ya se está cansando, desde el día de la denuncia le habían pedido mil y un cosas que después no terminaban en nada.

-Es cierto- trata de ser lo más comprensivo ante la señora- pero necesitamos que lo repita para que la cámara lo grabe.
- ¿Para qué?- levanta la mirada y ve fijamente al hombre- ¿Para que esto quede en la nada? ¿Para que después no sirva?- sus ojos se llenan de lágrimas que demuestran el dolor de una madre con el alma partida en mil pedazos- ¿¡Para que dejen el caso en pausa indefinida y vayan a buscar al hijo de re mil puta cuando toque a la hija de algún político importante!?Ante el enojo se incorpora de la silla y se aproxima al escritorio, intimidando al fiscal.

- Le pido por favor que se calme y vuelva a sentarse.

- ¡Me voy a calmar cuando encuentren al hijo de puta que le hizo esto!- grita con tanta fuerza que lo único que logra es que su voz se quiebre y sus lagrimas hagan lo que quieran mientras se pasean por su cara- Yo... le enseñé a correr- se pone de rodillas apoyando sus codos en el escritorio y tomándose la cabeza- pensé... pensé que enseñándole a correr ella... ella... ella...- lo único que puede hacer es desplomarse en el piso, dejar que la ira, el miedo, y por sobre todo, el dolor, la consuman hasta penetrar sus huesos, su mente, su corazón, su alma.Ya no hay a quien guiar para que supere los miles de niveles de este algo llamado "Vida".
Ya no hay a quién decirle:- ¡Corré mi chiquita, corré!

Ideas RandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora