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Sin duda alguna, Park Jisung era alguien deseado por la gran mayoría de chicos y chicas en la escuela— yo incluido—. Pero esa imagen de niño tierno y bueno no engaña a nadie. Todos saben que Jisung ha estado con media escuela
El niño bonito es, lo que se podría considerar, un playboy. Para mi suerte y desgracia, yo no había sido uno de sus «víctimas». Pero no podía mentir diciendo que no estaba loco por ser una de ellas, pero es que ese chico con tan solo respirar emana un aire de autoridad y egocentrismo que, por algún motivo, a la gran mayoría del instituto le encantaba. Por supuesto, que en toda regla hay sus excepciones, y como bien había dicho antes, yo no soy una de esas excepciones, pero sí mis amigos. Pero por supuesto, ellos tienen sus motivos; Jeno y Renjun pareja, y Donghyuck— aunque no lo dijera— estaba colado por Mark, un amigo de un amigo del hermano de Jeno, sí, todo un enredillo.
Y, hablando de mis queridísimos amigos, Jeno estaba hablando conmigo de su cita con Renjun el fin de semana pasado. Pero claro, yo le ignoraba olímpicamente observando la hermosa figura del niño de primer año, dueño de mis sueños y fantasías eróticas. ¿Qué? No lo puedo negar. Lo que yo sentía por Park Jisung no era más que eso, una atracción sexual. A diferencia de los demás idiotas que están coladitos por él, yo, en cambio, solo lo quiero para, ya saben, follar.
— Na Jaemin, ¿me estás escuchando?— el grito de Jeno me sacó de mi trance. Definitivamente lo iba a matar un día por esa estúpida costumbre de él.
Bufé, ya harto de estar escuchando su estúpida cita—. Mierda, sí. Entiendo que se la hayan pasado genial en su cita pero me importa una mierda— llevé mi mirada a Donghyuck y, por lo que pude ver, él estaba igual que yo: un poco cansado de los dos tortolitos de mierda.
— Tu madre— respondió él. Sí, le había enojado. Y eso no era bueno, pues Jeno se ejercita, lo cual solo significa que; estoy muerto.
— La mujer que más amo en el mundo— le respondí con mi característico sarcasmo. Provocando que Jeno se parara de su asiento, me dedicara una mirada nada amistosa para luego dirigirse a mí con su instinto de querer acabar con mi vida.
En ese momento, lo único que hice fue pararme de la banca donde estábamos y echar a correr por todo el patio trasero de la escuela. Recibiendo miradas de todos los que estaban en esa parte de la escuela, por supuesto, incluyendo la de Jisung.
¡Genial Jeno!
Ahora me veré ridículo ante él.
Después de un rato de persecución Jeno por fin me dejó en paz. Volvimos hacia la banca donde estábamos antes junto con Renjun y Donghyuck.
