SOLAMENTE MIA

SU REGALO

Capitulo Uno

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Caminaba guiada por un hombre alto de cabello castaño y ojos increíblemente fríos, aunque realmente no me sorprendía pues la mayoría en este lugar tenían la misma expresión de asesinos sin valores, además después de ver como asesinaban a mi familia, sinceramente no me sorprendía nada que viera después de eso.

Hace un par de semanas unos hombres armados irrumpieron en lo que era mi hogar y asesinaron a mi familia, mi padre se había metido en problemas en uno de los casinos más famosos de la zona y debía mucho dinero, ese siempre había sido el maldito problema de mi padre, era un apostador empedernido, así que al no tener ni un centavo para pagar la deuda los malditos desgraciados decidieron que yo sería quien la pagara y debían entregarme para saldar la deuda, como mis padres se negaron, como castigo los asesinaron y a mi hermano menor que no tenía nada que ver también.

Después de eso mi vida se hizo un infierno, me llevaron a una casa de prostitución, en la cual me dejaron unos cuantos días encerrada mientras según ellos "Se me pasaba la pataleta", pues no había parado de llorar desde la muerte de mis padres, cuando por fin me calme y deje de llorar, una mujer bastante amable para estar metida entre tanta mierda se acercó y me dio un par de advertencias, su nombre es Moni.

Ella me dijo que desgraciadamente mi suerte me había llevado hasta ahí, y que no podría hacer nada para remediarlo, una vez ingresas a ese lugar, nunca más podrás salir, al parecer ella había tenido la misma suerte que yo, y aun a sus casi cincuenta años todavía estaba ahí adentro, me aconsejó que lo mejor para sobre llevarlo era resignarme, resignarme a lo que me tocaría de ahora en adelante y tratar de sobre vivir, después de un par de consejos más en los que me dejo claro que no tenía otra alternativa más que obedecer lo que se me decía, la mujer me llevo a una nueva habitación.

Allí estaban las demás chicas del lugar, la mayoría bastante amables y casi todas fueron realmente condescendientes conmigo. Todas de alguna forma habían llegado hasta ahí y habían pasado lo mismo que yo así que entendían como me sentía, pero todas me habían asegurado que al final te acostumbras y aceptas lo que el destino te impuso, que tratar de ir contra ello iba a ser peor para mí, y me contaron historias de algunas mujeres que se opusieron e intentaron huir y lo único que lograron con ello fue adelantar su muerte.

Llore por un par de días más al pensar en lo que me depararía el futuro, en lo que me convertiría y en la desgracia que sería mi vida de ahora en adelante, y aunque las chicas trataron de consolarme entendían perfectamente cómo me sentía, pero yo solo podía tener demasiado miedo y terror ante lo que no sabía y lo que tendría que hacer de ahora en adelante.

Al parecer había dos chicas más que habían llegado después de mí, Eliza y Luisa. Moni nos reunió a las tres y nos explicó lo que sería de nosotras de ahora en adelante, las tres trabajaríamos en el bar The Rose y empezaríamos como meseras, después y dependiendo de la popularidad que vayamos obteniendo, tendríamos que formar parte del show principal, el cual por lo general era un baile Streeper, mi corazón se paralizo al imaginarme haciendo tales cosas, pero lo peor fue cuando Moni aclaro que tendríamos que complacer a los clientes, y la forma en que lo hacíamos es lo que me preocupaba. Yo aún era virgen y no sabía absolutamente nada de sexo, tal vez lo teórico que te enseñan en la escuela y lo que escuchas hablar de tus amigas, pero no tenía nada de práctica y cuando le hice saber mi preocupación, ella me miro sorprendida y me dijo que en ese caso conmigo sería diferente, se levantó y dejándonos a las tres a cargo de Candace una de las chicas del bar, se marchó.

—¿Qué quiso decir con que será diferente conmigo?— pregunte preocupada a Candace, ella era realmente amable, casi todas lo eran, a excepción de un par