El silencio que reinaba el lugar, daba esa sensación de que quien decidiera romperlo recibiría una muerte instantánea.
Tokage Setsuna, de 22 años, sintió esa sensación recorrer todos sus huesos, la mujer intentaba calmar sus respiraciones con todas sus fuerzas. La mujer apenas tenía la capacidad para distinguir dónde estaba, parecía ser alguna especie de almacén.
Su cuerpo tenía moretones, cortes, su traje se había rasgado en la parte de su brazo derecho, el cual habría sido cortado a la mitad de no ser por su quirk. Pero lo que no había podido evitar era el corte que posaba en su pierna derecha, lo cual retenía sus movimientos para escapar de su captor.
— (¡¿Dónde está?!) — ella pensó mirando a todos lados mientras los efectos curativos de su quirk empezaban a surtir efecto. — (Necesito salir de aquí y pedir refuerzos, este sujeto no es normal) — ella pensó mirando por encima de las cajas en las que estaba apoyada buscando señal de su persecutor.
Una palmada sonó e instantáneamente las luces del almacén se encendieron cegando por algunos segundos a Setsuna.
— ¡Bravo! — una voz exclamó haciendo que Setsuna se congelara. — ¡Ustedes los héroes siempre llevan las cosas al extremo! — la voz masculina parecía provenir de todos lados aparentemente. —Hacer que todos ustedes se separaran realmente fue difícil, aunque que puedo decir, un poco de planificación y pólvora pueden resolver todo— Setsuna se giró casi a la velocidad del sonido para ver al hombre detrás de ella sentado en una pila de barriles de color amarillo. —Sobretodo con ese chico de boca extraña, ese no estaba en mis planes— él dijo más para sí mismo.
Por primera vez, Setsuna pudo verlo claramente, tenía cabello negro alborotado con algunos mechones con un verde apagado, era alto, 170cm, y vestía como si esperara ir a alguna ceremonia, aunque lo más resaltable, además de sus ojos verdes esmeralda sería la media máscara de Oni que tenía en su cara, la cual cubría su boca, nariz y mejillas.
— ¿Quien eres? — la voz de Setsuna salió en un tono ronco e hizo que el hombre riera un poco. — ¿Eres el responsable del robo al cargamento de gasolina?.
—Wow, wow, una pregunta a la vez— él se burló. —Mi nombre es Ryu, y si, soy el responsable de tal robo— él dijo como si no le importara.
Setsuna se sorprendió, pero intentó aprovechar esto, no solo para hacer tiempo, si no para sacar información.
— ¿Cuál es tu objetivo? — ella preguntó y Ryu puso una mirada pensativa.
—Ummm, podrías decir que busco los límites de la mente humana— él dijo e hizo levantar una ceja a Setsuna, quien silenciosamente dejó que uno de sus dedos se desprendiera para ir a buscar la parte de su cuerpo que había dejado con el resto de su equipo para guiarlos hasta ella.
— ¿Límites de la mente humana? — ella preguntó genuinamente confundida.
—Te pondré un ejemplo, imagina si pudiéramos hacer que nuestro cerebro eliminara los receptores de dolor, como estas haciendo ahora que puedo ver claramente que te faltan 2 dedos— Setsuna de congeló ante eso y el hombre tuvo una risa. —La mente humana trabaja en base a estímulos la mayoría de la veces, no todas las personas actúan racionalmente cuando están bajo estrés de cualquier tipo— el hombre dijo. —Como tú ahora, buscas hacer tiempo para que lleguen unos refuerzos que no llegarán, y aunque llegaran, apenas puedes moverte— el hombre le dijo mientras la miraba con una mirada burlona.
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SPLIT
FanfictionUn villano diferente al resto, no solo busca el caos, sino que busca algo más...más allá.