Capítulo único

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Las veintitrés horas. Bolso, patineta, motocicleta y cascos; todo listo. Enterró el pequeño pin que le permitiría la entrada al recinto en su sudadera amarilla y partió a toda velocidad hacia el destino que le deparaba esa emocionante noche.

Vería un par de cosas interesantes, eso de seguro.

Dos semanas antes

Ordenaba la mercancía nueva que había llegado en uno de los estantes del Dope Sketch, una tienda dedicada al skate que tanto amaba. Por su lado, el administrador, Oka, se ocupaba del mesón y la caja.

— Buenas tardes.

— Hola. Bienvenido.

— Bienvenido.

Reki le daba la espalda a la puerta que se abrió e hizo sonar la campana avisando la llegada de un cliente. Dijo lo suyo y continuó con su labor de reponer.

— ¿En qué le puedo ayudar? — oyó decir a su compañero.

— Vengo por una patineta nueva.

— Ya veo. Tenemos de todo tipo, ¿Cuál necesitas?

— De las que diseñan acá. Las personalizadas.

— Entendido. Si ese es el caso...

Dejó de hacer lo que estaba haciendo y se irguió completamente, volteándose y dando la cara al cliente.

— Yo soy el encargado de hacer las patinetas. Me llamo Reki, un gusto.

Se topó con un chico joven, alto y de rostro extraño, en el sentido en que podía ver tanto lo japonés en él como lo extranjero. Le llamó la atención su cabello celeste y sus ojos del mismo color intenso. Inadvertidamente sus miradas chocaron y quedaron fijas un segundo.

— Soy Langa, un gusto igualmente.

— Espera — dijo Oka de golpe, como acordándose de algo -; tú no serás Snow, ¿o sí?

El chico se ruborizó un poco no esperando ser reconocido y siendo tomado por sorpresa.

— Sí.

— ¿En serio? — le tocó decir a él aún más atónito que los otros dos.

En el mundo del skate no profesional existía un lugar llamado "S" en donde se celebraban grandes carreras clandestinas sin reglas. Reki solía asistir allí a menudo, pues para un fanático del skate dicho sitio era el paraíso, lo mejor de lo mejor. La emoción alcanzaba su apogeo aquellas noches y enfrentamientos increíbles sucedían uno tras otro. El punto era que recientemente había aparecido una figura que poco a poco hizo su reconocimiento entre los asistentes; se trataba de un chico extranjero que había llegado de la nada a arrasar todas y cada una de sus carreras, siendo apodado Snow por su cabello y piel claros como la nieve. Por desgracia, Reki sabía poco de su patinaje. No lo había visto nunca en persona porque en las últimas semanas había ido muy poco a "S" en lo que se quedaba trabajando en patinetas. Todo lo que conocía era gracias a vídeos que un amigo suyo le había enviado diciendo "tienes que venir a ver uno de sus enfrentamientos, te encantará, ¡es increíble lo bueno que es!", y la verdad era que, que alguien tan orgulloso como Miya reconociera ese talento era bastante difícil. Tenía que haber algo asombroso en ese chico.

Y efectivamente lo había. A eso de las siete de la tarde, se habían reunido en un parque cercano al Dope Sketch. El punto era que, Langa necesitaba una patineta con ciertos ajustes especiales debido a que su anterior patineta siempre la había sentido incómoda hasta el punto en que la pobre no pudo más y terminó partida en dos. Entonces Reki tenía que observar su patinaje y analizar los retoques que haría en la nueva patineta.

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