Extravagante llama

1. bosque de la confusión

Estaba leyendo un libro tranquilamente, hasta que mí cuervo se poso en la ventana.

- Uzui Tengen tienes una nueva misión, dirijete al norte - Informó el cuervo pacíficamente

Asentí para emprender camino a la entrada del cuartel para salir e ir al lugar que se me había convocado. Al llegar me dí cuenta que también estaba Rengoku.

- HOLA UZUI-SAMA- gritó Rengoku con su energía de siempre mientras sonreía

- Veo que estaremos juntos, esto va a ser muy extravagante- Dije emocionado mirando mis uñas recién pintadas

Ya llevábamos horas corriendo hacia dónde nos habían indicado los cuervos, pero después de tantos kilómetros llegamos a un pequeño pueblo.

- Vamos a buscar información- Le instruí a Rengoku agarrando su brazo

- Si nos separamos podría ser más fácil- Acotó el menor

- Okey, en 15 minutos nos vemos en la entrada- Dije empezando a caminar mientras miraba de reojo a su flameante compañero

Ya me había adentrado en el pueblo llamando la atención de muchas personas debido a mí extravagante vestimenta, traté de preguntar sobre cosas sospechosas a la gente, pero apenas me acercaba a ellos se ponían nerviosos, ya que veía que mis esfuerzos no iban a servir de nada decidí volver a la entrada para esperar a mí amigo. Ocho minutos, ocho minutos exactos estuve esperando a que mi compañero aparezca en la entrada del pueblo y ahí estaba, su flameante acompañante venía comiendo unos dangos manchando sus mejillas.

- Rengoku tardaste mucho- Le dije simulando fastidio

- FUI A BUSCAR DANGOS DESPUÉS DE RECOLECTAR INFORMACIÓN- Avisó el rubio

- ¿Hacia dónde?- Pregunté con curiosidad mirando al cielo

- Dicen que en un bosque detrás del pueblo se escuchan gritos agonizantes como de confusión y después las personas desaparecen- Informo Rengoku mientras contaba con sus dedos los echos que tenía que decir

- ¿Solo eso?- Pregunté frustrado

- SI- Volvió a responder sonriendo

- Bueno, vamos a ese bosque- Dije agarrando su brazo para empezar a rodear el pueblo

Rengoku estaba por entrar al bosque pero lo frené, haciéndole señas de que haga silencio un momento. De el bosque venían unos ruidos muy desagradables, como de dientes rechinando con mucha fuerza, de tanto escuchar ese ruido involuntariamente hice una mueca de desagrado.

- Vamos- Afirmé mirando al bosque con firmeza

- - -

Ya estábamos hace 40 minutos en el bosque peleando con un demonio bastante fuerte, probablemente una ex luna demoníaca.

- Caíste- Dijo el demonio mirándome sonriendo mientras juntaba sus manos

- ¿Eh?- Pregunté confundido

De la nada empecé a ver borroso y terminé desmayandome.

- Tengen- Exclamó una voz grave

¿Rengoku?- Pregunté con dificultad mientras abría los ojos

- Despertaste- Dijo Rengoku para después intentar besarme

Lo empujé como pude, me quedé estático, sin reaccionar, no sabía que hacer, solo podía decir que Rengoku no era así.

- Tengen-sama-  Susurró cerca de mis labios

¿Por qué mí nombre se escuchaba tan bien saliendo de su boca?

- ¿Qué está pasando?- Pregunté intrigado

- Hoy nos vamos a casar, ¿no te acuerdas?- Exclamó Rengoku con cierta desilusión en su voz

- ¿¡QUÉ!?- Grité alterado

- No temas no pasará nada malo- Dijo ¿Rengoku?

Pero de la nada su voz sonó más aspera e irritante, sus ojos se vieron levemente rojos por un segundo, entonces ahí me dí cuenta, había caído en la técnica del demonio.

- Rengoku nunca estaría tan calmado en su boda, posiblemente estaría nervioso y gritando- Susurré amenazante mientras me acercaba a el demonio

- Parece que lo conoces bien, pena que no podrás decirle eso- Dijo él, burlonamente

Cuando estaba por recriminarle algo, me volví a desmayar, pero esta vez me desperté por los rayos del sol que daban a mí cara, abrí los ojos y ví a Rengoku protegiendome mientras respiraba agitadamente viendo como el demonio se desintegraba.

- Gracias- Exclamé suavemente, agarrando uno de los hombros de Rengoku para que se calmara

- Uzui- Susurró girandose y al verme sonrió otra vez

- Te llevaste toda la diversión,no es justo- Agregué haciendo un puchero

A lo que Rengoku empezó a reírse, le dijimos al cuervo que vaya a informale al patrón y empezamos el camino de vuelta a la base, había sido una misión exitosa.