La primera vez que él murió, tiñó de rojo la caja que ella cargaba en su espalda. Fue tanto el dolor que no lo notó, y esperó en vano que el cariño se fuera.
No se dio cuenta de que él no había muerto hasta que regresó; y ella, creyendo que aún había algo entre ellos, lo recibió.
Su plan funcionó. Al disfrazar la caja de su esperanza con sangre, ella lo confundió con amor. Y ahora vive presa de sus ilusiones. Esperando que él deje de morir o que la libere antes de que ella sí cese de existir.
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Cientos
Romance¿Cuánto pueden encerrar cien palabras? ¿Qué es más fuerte: un pensamiento, una historia o una emoción? Diferentes posturas con las que puedes o no sentirte a gusto te esperan. Y las iré subiendo hasta llegar a las diez mil palabras. O lo que es lo m...