Tensei Shitara Slime x Fate Grand Order Crossover

Capitulo 4

Shizue redujo la velocidad a un paseo, antes de mirar a su alrededor. Dondequiera que mirara era el mismo. Una ciudad estéril. Escombros, sin vida. Pavimento roto y coches viejos, algún que otro cadáver que se pudría. No se ve una sola forma de vida, ni siquiera insectos o ratas o incluso plantas.

La vista, por alguna razón, le recordó su ciudad natal. Se preguntó si así sería después del incendio.

Había perdido todo lo que sabía en ese entonces, antes de ser convocada al otro mundo. En el otro mundo, se sintió perdida y se sintió utilizada por Leon. Luego fue salvada por el héroe, que resultó ser Chloe y Hinata. Aunque los amaba y los respetaba, seguía odiando el mundo que le causaba tanto sufrimiento.

Todo eso finalmente cambió cuando conoció a Rimuru, un limo adorable que le mostró cómo había resultado su mundo original. Más modernizado, más bonito y mucho más tranquilo. Finalmente estaba satisfecha y lista para morir.

Rimuru se la tragó y pudo soñar. Pero también podía ver lo que estaba pasando en la vida de Rimuru. Su perseverancia, sus ideales ingenuos, sus errores y sus logros, la sorprendieron. Su voluntad de perseverar, a pesar de todo lo que se le lanzaba, le recordaba a ella a su madre y a su padre. El hecho de que él apreciara a sus compañeros más que cualquier otra cosa era increíblemente desinteresado a sus ojos, especialmente porque se sentía usada desde que había llegado a ese mundo. Se sintió extremadamente afortunada de haberlo conocido y comenzó a desear estar a su lado una vez más. El hecho de que él hiciera lo que ella no pudo, y salvó tanto a los niños como a Hinata, simplemente aumentó ese sentimiento.

Su madre, a quien podía ver y hablar en esta dimensión, simplemente le dijo que siguiera su corazón, antes de reír y decir algo inaudible, pero sonaba como un amor joven...

En la batalla final, sintió un dolor tremendo al ver a uno de sus queridos estudiantes actuar tan trastornado, y simplemente se negó a creer que ese era Yuuki. Y a pesar de la situación, en lugar de simplemente matar a Yuuki, Rimuru actuó en su nombre una vez más, ayudando a Yuuki a recuperar sus sentidos. Cuando se le preguntó por qué, simplemente dijo que se habría sentido culpable si no lo hubiera hecho.

Quizás eso fue lo que la hizo enamorarse de él. Ella sintió que esto iba más allá del simple amor romántico. Un ser desinteresado que simplemente hizo lo que sintió que estaba bien, se sentiría culpable si otros que él conocía estuvieran molestos. Era irónico que un monstruo como él fuera más humano que muchos otros humanos que había visto, en ambos mundos.

Pero incluso él tenía sus límites...

Aquellos que lastimaron a otros, o lastimaron a las personas que lo rodeaban, no tuvieron piedad de él. El ejército del difunto Reino de Falmuth es un buen ejemplo.

Todavía podía recordar la ira, la tristeza y luego el odio que lo había envuelto en ese entonces. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que realmente significaba enojarlo. Una persona que había sido tan amable con ella en ese entonces, que la ayudó, un extraño al azar con el que se encontró, solo porque ambos eran japoneses.

Esa amable alma se había visto envuelta en oscuridad y rabia. Un aura de muerte sin fin, lista para envolver incluso a quienes lo rodean.

Ella entendió por qué Rimuru mató a los humanos, y fue porque priorizó a los cercanos a él sobre los desconocidos para él. Sin embargo, a pesar de que él odiaba a estos hombres, incluso ella podía decir que tenía que endurecer su corazón para matarlos. Y esto sucedía cada vez que tenía que hacerlo. El fue amable. Demasiado amable, pero no era como si ella le hubiera dicho que se cambiara.

Y era por eso que ahora entendía su dolor, al ver un lugar donde había vivido la mayor parte de su vida anterior reducido a esto. Por alguna razón, la enfureció.