Primer capítulo

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Era una fría mañana de invierno para Alex, ya que el cadáver de Liam había sido encontrado por un perro patrulla, al que paseaban por la zona, hace apenas unas semanas en aquel frondoso árbol.

Cada vez que cerraba los ojos volvía a revivir aquel horroroso momento donde le contaron lo sucedido con su pareja, podía ver el cuerpo tal cual como lo encontraron. Su mente recreo lo que aquellos policías le explicaron, la imagen de Liam colgado, ahorcado de una rama de aquel árbol -donde pasaban las noches de verano leyendo y dándose mimos-, con varias puñaladas en el torso, se podía imaginar sus ojos sin vida, sus rasgos más pálidos de lo normal, sus expresiones indicando sufrimiento y su sangre cayendo, gota por gota, formando un charco color escarlata.

A causa de su sufrimiento, su grupo de amigos cercanos decidieron visitarla. Los mellizos Max y Pansy Dubois eran sus amigos desde primaria, estos, pese a parecer personas sin sentimientos y que solo piensan en el dinero, eran todo lo contrario, ya que ellos eran siempre los primeros en apoyar y brindar ayuda a quienes lo necesitasen.

Por otro lado, estaba su otra gran amiga, Nini Wilson. Una chica que, a pesar de su infancia complicada por la muerte de su madre a temprana edad, siempre llevaba en el rostro una gran sonrisa. Siempre sabía cómo hacer reír a los demás, sobre todo a su mejor amiga Alex.

Alex estuvo en su habitación a oscuras toda la mañana, sin ganas de salir ni hablar con nadie, pensando cómo había llegado hasta ese punto en su vida y cómo era posible que Liam, su gran amor, no pudiera apoyarla y darle mimos cuando se encontraba mal.

Al llegar la tarde, que llegó antes de lo esperado, escuchó el timbre de su puerta y a su madre ir a abrir. No tuvo ninguna intención de siquiera levantar la cabeza de la almohada, pero, cuando escuchó a su madre llamarla desde el recibidor, no le quedó más opción que hacer caso.

Se levantó con la poca fuerza que en esos momentos le quedaba y bajó las escaleras rumbo al recibidor.

-Alex... -Escuchó la voz de Nini y en seguida se vio envuelta en los brazos de todos sus amigos.

-¿Qué estáis haciendo aquí? - dijo sin ánimo alguno. - ¿No deberíais estar en el instituto? -

-Hemos venido a ver como estabas, la señorita Stone nos ha dejado salir antes. Te hemos traído tus croissants favoritos y unas bebidas...- Nini dijo intentando animar a Alex.

-Ahh... gracias chicos, pero no hacía falta, no estoy tan mal como parece. - dijo con una sonrisa falsa, con intención de no preocupar demasiado a sus amigos.

-Alex, cielo, estás mal y eso está bien, no hay por qué forzar una sonrisa siempre. Hemos venido hoy para estar por ti y nada más, queremos que sepas que nos tienes como apoyo para lo que necesites. - dijo Pansy.

- Y tranquila, por el instituto ni te preocupes, tenemos todo controlado. Solo me ha hecho falta hacer una llamada para que toda la academia nos ayude a recuperar las clases contigo. - Comentó Max para reducir su preocupación y logró sacarle una pequeña sonrisa.

-Sabemos que lo estás pasando muy mal Alex, pero no te puedes quedar aquí encerrada toda la vida. Tenemos que hacer algo, no nos podemos quedar de brazos cruzados. -Dijo Nini.

Una vez ya animada, le dijeron de hablar en privado en su cuarto, y aunque en un principio le pareció extraño, aceptó. Cuando estuvieron ya allí, Pansy y Nini se sentaron en los costados de su cama, mientras que Max estaba en la silla del escritorio.

-Cielo, te queríamos hablar de una cosa. -Le dijo Pansy mirándola con algo de preocupación y mirando a su mellizo.

- Hemos podido contactar con un inspector de confianza, ya que al hablar con la policía y decirnos quien había sido el culpable, no tenía mucha credibilidad. A pesar de los huecos en blancos del caso se mantuvieron abstinentes. -Afirmó Max sereno.

-¿Cómo? -Dijo mirando a ambos hermanos.

-Verás Alex, creemos que el culpable sigue suelto. -Le dijo Nini, mientras le acariciaba el brazo.

En ese momento si mente se volvió otra vez en caos, porque, aunque estaba deprimida por la muerte de Liam, estaba algo más tranquila al saber que su asesino ya no estaba en las calles por su propio suicidio, pero ante aquella información todo afirmaba lo contrario.

-¿Eso es verdad o me estáis gastando una broma de mal gusto? Si es una broma no hace gracia en lo absoluto. - dijo muy sorprendida.

-¿Tú crees que jugaríamos con una cosa así? - dijo Nini algo ofendida.

-En absoluto Alex, podemos ser unos memos a veces, pero ahora vamos en serio y tú lo

sabes. - esta vez fue Max quien habló.

-Pues no sé qué decir, supongo... que habrá que investigar, ¿no? - dijo Alex, recuperando un poco su típica sonrisa.

-¡Así se habla, nena! - dijo Pansy, animando el ambiente.

-Pero ¿tú cómo llevas lo de Liam? Quiero decir, no nos has dicho nada en específico... - preguntó Nini.

-Como ya he dicho, no lo llevo tan mal, creo. ¡Mirad el lado positivo! Ahora tengo razones para vestir de negro. - Y así fue como Alex volvió a ser casi la misma de antes, alegrando y causando una carcajada a sus amigos.

Cuando el sol comenzó a ponerse, Nini, Max y Pansy se fueron de la casa de Alex, dejando a esta sola de nuevo, pero, no tan desanimada como antes. Su madre había ido a comprar la cena por lo que Alex tenía toda la casa para ella.

Decidió subir al tejado, a través de una pequeña trampilla secreta que tenía. Se sentó en la parte más alta, donde tenía unos cojines formando una especie de círculo. Se tumbó en los almohadones y miró el cielo ponerse, se acordó de las veces que subía ahí con Liam y una pequeña lágrima resbaló por su mejilla derecha.

-Como me gustaría estar contigo ahora, amor. No va a ser lo mismo sin ti. - dijo mientras estiraba uno de sus brazos hacia el cielo anaranjado. Cerró sus ojos y más lágrimas salieron. -Te voy a echar mucho de menos, pero, voy a descubrir la verdad, más bien, todos nosotros vamos a descubrir la verdad y la daremos a conocer. - dijo muy decidida.

Se levantó de golpe al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo, se sintió observada. Giró la cabeza hacia todos lados, buscando al causante de esa sensación, pero no lo encontró. Miró la hora y decidió volver a bajar a su cuarto después de volver a recolocar todos los cojines. Al llegar su madre la llamó para cenar y después de eso se fue a recuperar unas cuantas horas de sueño que había perdido el día anterior.

La Misteriosa Historia del Club de East High (Versión original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora