DOS

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                                                                                        CONFIAR

-¿Quien eres?- digo en un susurro.

-¿Es importante?- me dice esa voz que me da escalofríos y mucho miedo.

No puedo verle la cara ya que está en la oscuridad, tengo tanta curiosidad por descubrir quién es ese desgraciad@ que me arrebato todo lo que tenía.

- DIME!!!- gritó con todas mis fuerzas- te odio por arrebatarme lo más importante en mi vida, me lo quitaste todo y solo por venganza, ellos eran lo mejor que tenía y no pensaste en el daño que harías, nunca he odiado en mi vida como te odio a ti-

El o ella simplemente se ríe y una asquerosa risa de maldad.

- Eres tan ilusa Mía, ellos lo merecían, aunque disfrute mucho matándolos, pero mas disfrutare matarte a ti, y quedarme con todo el poder- dijo mientras salía de la oscuridad.

Al salir de ese escondite puede ver su rostro y me quede helada, quería gritar y llorar. Esto no podía ser cierto, era un sueño.

- no, no, no, no - repetía una y otra vez al saber quien era la persona que me arrebató todo.

- Oh cariño, no llores. Siempre serás mi pequeña.-dijo mientras me daba una de esas sonrisas escalofriantes.

Despierto asustada y temblando, no sé qué fue eso ¿esa persona dijo mi nombre? ¿era un recuerdo? ¿Quién era?, no lo se pero tengo miedo. Tengo mucho miedo y siento que mis ojos sueltan lágrimas silenciosas.

No se que fue eso pero estoy segura de que era un recuerdo y me llegan un montón de dudas y preguntas a la cabeza pero no tengo las respuestas y me siento inútil, inútil por no recordar y saber qué fue eso y quién era yo, si tenía familia o solo estaba sola. Pero lo que le dije a esa persona es muy confuso ¿Qué me arrebato?, lo que me frustra es que no puedo recordar su cara.

Salgo del trance en el que estaba sumergida y me doy cuenta de que mi pierna está vendada, y estoy en una habitación desconocida pero con una vista increíble. Trato de recordar porque estoy aquí y caen en mi mente como balde de agua fría los recuerdos de lo sola que estaba temblando y herida, ese hombre el que me atrapó en sus brazos ¿es de él esta habitación?, sólo recuerdo cómo mis piernas no funcionaban y caí desmayada.

Me levanto de esta cómoda cama, y caminó hasta la puerta, mi pierna ya no me duele como antes, no se cuanto tiempo paso pero necesito las respuestas a mis preguntas y no puedo confiar en nadie, la gente suele utilizar su "amabilidad" para engañar y engatusar a las personas. Trato de girar la manija de la puerta y..... SI! Lo consigo hacer sin emitir ningún ruido, abro la puerta lentamente para poder salir y averiguar dónde estoy.

Al salir me encuentro con un pecho y unos brazos bien trabajados, -oh no- pensé.

Al levantar la mirada, me encuentro con el rostro de un hombre, sus facciones son lindas... ¿enserio?¿lindas? concéntrate Mia.

Sus ojos oscuros pero claros a la vez, y su boca es de un color carmesí.

Sacudo mi cabeza en las locura de inspección barata que le estoy haciendo a tal persona y me percato de que tiene en sus manos una bandeja llena de comida, la cual hace que mi estómago emita un sonido del hambre que tengo.

Noto que él también me repara con su mirada y es en ese instante que me percato de que tengo solo una camisa ancha de hombre claramente, que me llega hasta mis muslos dejando a la visión mi herida que está vendada.

¡Perdida en Engaños!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora