Qué fácil es fingir durante el sexo,
aún más si eres mujer;
solo mente en blanco, vista al techo
o mirar los dibujos de la almohada,
y al terminar quedarte allí callada
mostrando en tu exterior que pasó algo,
sabiendo en tu interior que no fue nada.Más sencillo es hacer esos sonidos
que demuestran un placer inexistente…
mojar los labios, apretar los dientes
y explotar en un gemido que no explota, pues no existe…
levantarse, ver como se viste
y exhalar una pasión que ya está rota.Peor eres tú, amor mío, que lo sabes
y finges no saber
para tener
un cuerpo fijo, disponible anatomía
con que descargar tu masculinidad, tu hombría,
de la forma burda que aprendiste…
finges y finjo, pasión o amor no existen.
Qué fácil es:
menuda cobardía.