Regalo sorpresa

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Saludos!

Hacía mucho que no actualizaba. Por razones variadas, dejé de escribir y publicar pero como pueden ver, he regresado. No hablaré sobre el futuro de mis fics incompletos aquí, para más información, pueden buscarme en facebook como Karin Katherine Uchiha (es un perfil, no una página), así que me centraré en este OneShot.

Este OneShot es un obsequio de San Valentín (atrasado), pero hay un motivo por el que lo escribí: la autora ManaKarin, deseaba realizar un doujinshi para San Valentín sobre esta pareja y me pidió ayuda para pensar en una idea corta. Posteriormente, ella me habló que no tendría el tiempo para terminar el doujinshi, y me ofrecí a convertir la idea en un OneShot.

Como verán, ella aceptó y de ahí nació este pequeño OneShot como un regalo de ella y mío al fandom SK. Si bien la idea inicial es mía, ella me ayudó con varios detalles. Sobre el doujinshi, no puedo decirles si ella lo acabará o no, pero cuando tenga noticias al respecto, se los haré saber.

Sin más, los dejo con esta pequeña historia.

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Sasuke regresaba de una misión. Había estado fuera alrededor de un mes y a pesar de llegar por la madrugada, no esperaba ver a nadie en casa.

Ya dentro de la casa, el Uchiha se quitó la capa y subió a la habitación, dónde sorpresivamente encontró a Karin durmiendo.

Era extraño, no se suponía que estuviera ahí. Es decir, cuando él se fue a su misión, ella le había comentado que tres días antes de su regreso, ella estaría ausente quince días en otra misión programada para algunos ninjas médicos.

—¿Sasuke? —murmuró Karin cuando él se sentó en la cama para tocarle la frente, pues él pensó que quizá estaba enferma y por ello no había ido a la misión.

—¿Qué ocurrió? —preguntó confundido al ver que ella no tenía fiebre.

—Yo... no... —un bostezo no le permitió hablar mientras se sentaba en la cama.

—¿Está todo bien? —insistió preocupado por ella, pues de antemano, él sabía que a ella le entusiasmaba aquella misión.

—Si, sólo estoy suspendida —contestó Karin algo decepcionada pero no concordaba con lo que Sasuke esperaría ver en ella en ese tipo de situaciones— Realmente quería ir —hizo un puchero y con la mirada el azabache preguntó qué pasó— No estoy óptima para hacer algunas misiones.

—¿Estás enferma? —preguntó el azabache más preocupado, puesto que no parecía que fuera el caso y las peores enfermedades son invisibles hasta que están avanzadas.

—No es nada grave. Sólo no me permitiría hacer un viaje tan largo —Karin le quitó importancia y comenzó a desabotonar el chaleco de Sasuke— No te preocupes, mejor vamos a dormir, aún ni siquiera amanece.

—Karin, si está pasando algo importante dímelo —apartó las manos de la joven para mirarla seriamente.

—¿No me dejarás seguir durmiendo si no te lo digo verdad? —preguntó ella y la mirada de él lo confirmaba. Ella soltó un suspiro— Es algo casi tan común como un resfriado, nada grave, pero estaré débil un tiempo —él la miró con dureza insatisfecho con la explicación— Si te estuviera mintiendo, tendría un peor semblante. Me lo diagnosticaron hace una semana.

—Lo voy a averiguar.

—¿Sabes que no te dirán nada en el hospital porque los expedientes médicos son privados verdad? —lo tomó de la manga para detenerlo.

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