𝐵𝓁𝓊𝑒 & 𝒢𝓇𝑒𝓎 ; 𝐹 + 𝒮

| 02 - 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 2 |

Este capítulo fue hecho en un 70% por ShainySprinkle, yo sólo lo reescribí y agregué algunas partes más. Así que, gracias por ayudarme con esto, eres la mejor. <3

Ahora sí les dejo leer.
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"𝖀𝖓𝖆 𝖌𝖗𝖚𝖊𝖘𝖆 𝖈𝖆𝖕𝖆 𝖉𝖊 𝖍𝖎𝖊𝖑𝖔 𝖘𝖊 𝖍𝖆 𝖋𝖔𝖗𝖒𝖆𝖉𝖔 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖘𝖚𝖊ñ𝖔 𝖆𝖑 𝖖𝖚𝖊 𝖕𝖔𝖈𝖔 𝖆 𝖕𝖔𝖈𝖔 𝖒𝖊 𝖍𝖊 𝖊𝖘𝖈𝖆𝖕𝖆𝖉𝖔, 𝖒𝖎 𝖉𝖔𝖑𝖔𝖗 𝖋𝖆𝖓𝖙𝖆𝖘𝖒𝖆 𝖆𝖌𝖔𝖓𝖎𝖟𝖆𝖓𝖙𝖊 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖒𝖎𝖘𝖒𝖔, ¿𝖆𝖈𝖆𝖘𝖔 𝖒𝖊 𝖍𝖊 𝖕𝖊𝖗𝖉𝖎𝖉𝖔?"

Capítulo 2

Finalmente había llegado, la gran puerta de madera se alzaba frente a él, siendo lo único que separaba e impedía su ingreso a la biblioteca. Sacudió su cabello y su ropa, tratando que las gotas dejaran de caer y así no ensuciar. No quería causar problemas, no quería más problemas.

Realmente quería dejar de ser un problema, para todos.

«Sólo es un descuido, un tonto descuido»

Sí, claro. Ahí se encontraba otra vez, poniendo excusas como siempre. Antes podía poner una sonrisa a todos, podía decir que no le importaba y hacía caso omiso a los murmullos de la gente. Pero, tan pronto la marea subió y con ello los rumores y malas palabras dirigidos a su persona. Todos terminaban siempre en lo mismo, en un fracaso, en su fracaso. Pero le gustaba ocultar todo, ocultar su dolor, todo tras esa sonrisa que ocultaba todo. Aquella máscara de amabilidad que se había pegado al rostro, y ya no era capaz de quitarse y mostrar su dolor.

¡Por favor! ¿Cuándo acabaría el sentirse así? Eso se preguntaba Splendid cada día, cada mañana al despertar con su semblante acabado, cada noche al dormir con un peso en su alma. ¿Cómo seguía conservando su trabajo de periodista? Mera suerte, tal vez era eso. ¿Por qué aquel héroe seguía en la ciudad a pesar del disgusto hacia él? No lo sabía, tal vez era el cariño que le tenía a cada habitante y el saber que podrían llegar a necesitarlo, era algo que no podía ignorar y lamentablemente llegó a ser una espada de doble filo.

A lo mejor ni siquiera eso importaba. ¿Tal vez el verse tan patético era lo único que podía lograr? No, eso no importaba. Nada de eso importaba mientras pudiera sentarse en el sillón de su casa a leer un libro, mientras eso siguiera así, todo estaría bien. Esperaba, no, rezaba por un milagro que le permitiese cumplir aquello, esperaba fuera suficiente para así dejar pasar aquel incidente. Pero, ¿cuánto tardarían en explotar? ¿Cuántos accidentes como esos seguirían tolerando? Eso le atormentaba ahora y no dejaba su cabeza en paz.

Sacudió de manera mínima su cabeza, esperando que sus pensamientos desaparecieran junto las restantes gotas de lluvia. Un cansado suspiro salió de sus labios, ¿qué tanto podía pasar? Los encargados siempre habían sido tolerantes y amables con él, no debía preocuparse por nada más ¿cierto?

Cuando se sintió lo suficientemente seco, se decidió a entrar. Una sonrisa, llena de bella confianza y al mismo tiempo inseguridad, adornó sus labios. Con sus manos temblorosas sostenía el libro con páginas faltantes, y con una mirada un tanto asustada buscaba a algún encargado en aquel sitio. Habían varias personas por el lugar, ¿era por la lluvia? Pues usualmente el lugar estaba más o menos vacío.

—¿Necesitas ayuda?

Antes de que pudiera sobre pensar la situación y perderse en sus propios pensamientos, aquella voz le hizo sobresaltarse y al mismo tiempo volver a la realidad, cada fibra de pánico se desvaneció casi por completo al ver y reconocer al dueño de esta. Observó por breves momentos aquellos ojos de color esmeralda, desbordaban amabilidad y al mismo tiempo curiosidad por su presencia en el lugar, obviamente esperaba a que respondiera a su pregunta. No conocía tan bien a ese encargado del lugar, ni siquiera sabía su nombre. Pero el simple hecho de rememorar el como lo había tratado en el pasado, aquella amabilidad característica del de cabellos verdes, hizo que todo el pavor del momento dejará su cuerpo. Además, había sobrevivido a la guerra y hecho un bien al país, ¿cuán maravilloso podía ser eso? De seguro se debía sentir orgulloso de tal logro, y más aún pudiendo vivir una vida normal y sin preocupaciones luego de estar en medio de semejante caos. ¿Qué tan bien debía sentirse el no ser señalado y juzgado? ¿El no llevar escrita por la sociedad con tinta indeleble la palabra fracasado en la frente?