-!Oh¡ Perdóname, que descortés. Me llamo Abraham Mateo -me extendió la mano para saludar.
Mire su palma esperando que yo la tomase y así lo hice.
-Bueno, Abraham. Sabes mi nombre-uní mi mano a la suya y estas se fusionaron como dos engranes hechos a la medida.
El calor corporal de su mano y la varonil suavidad de su piel hicieron que el rubor corriera travieso de nuevo por mis mejillas.
-Muy bonito, por cierto-sonrió haciendo referencia al nombre, el rojo se intensifico más-¿Que tal el viaje?-pregunto.
-Cansado-suspire-, así que si no te molesta, me sentare a esperar a Mónica-dije y deje resbalar mi cuerpo por la pared beige hasta llegar al gris piso alfombrado. Vaya que era un lugar triste para vivir.
-¿Te molesta que la espere contigo?-musito.
-Por supuesto que no-trate de sonar casual.
Me sonrió y se sentó a mi lado recargando su espalda en aquella pared y cruzando sus piernas en el suelo, los jeans que traía se le ajustaron mas. Desvié mi mirada ignorando el puño de pensamientos poco coherentes que mi mente había producido.
Sentí hambre y busque en mi bolso alguna comida chatarra que no me haya terminado en el vuelo. Afortunadamente encontré un paquetito de galletas de chocolate con un par.
-¿Gustas?-le ofrecí.
-No, gracias. Provecho- me sonrió, me miraba como si fuese algo... poco común, pero divertido.
-Tengo hambre- me encogí de hombros, un tanto cohibida.
-Adelante-me animó a morder la galleta.
Me comí una de forma rápida y me sacudí las migas que habían caído de ella. Note que Abraham me miraba.
-¿Extrañas California?-me pregunto.
-Un poco-admití-.Pero siempre es bueno un cambio-dije mientras comenzaba a morder la otra galleta-. Espera, ¿Cómo sabes que vengo de California?-exigí saber. Este chico si conocía mucho de mi, cuando para mi era un desconocido total. Sin embargo no me asustó en lo absoluto.
-Mónica me lo dijo, me hablo tanto de ti-respondió.
-Oh-reí-,espero que hayan sido cosas buenas.
-No te preocupes-sonrió-. Eres su mejor amiga, ¿Qué cosas malas podría decir de ti?
-No se, quizá que... me gusta desayunar en pijama-me encogí de hombros-, o que me encantan las galletas de chocolate con mantequilla de maní.
-Desayunar en pijama en cómodo -admitió-, y cada quien tiene sus gustos raros, a mi me encantan los chocolates con menta.
-Eso no es tan raro.
Ambos reímos entretanto que yo aplacaba de nuevo mi hambre mordiendo mi galleta... el sonido de nuestras risas ya no tuvo cabida al ser opacado por el grito de júbilo de una voz familiar.
...........
Gracias a todas las personas que están leyendo esto y enserio lamento la demora pero estoy disfrutando de las vacaciones y casi no agarro la computadora.
Prometo subir uno mas esta semana
ILYSM
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~Evelyn
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El manual de lo prohibido ~Abraham Mateo~
Romance¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Cómo si esa cosa estuviera en la lista de "No toques, ni codicies" pero que cada momento te invita más y más a tenerlo. Decían que eran la pareja perfecta y yo situada en medio, todo saldría mal... ~Esta es u...