_¡Horrible!, ¡vuelva a repetir esa parte inmediatamente!_la fastidiosa voz de la institutriz rebasa los límites de cordura de Odette
Sin importar cuantas veces realizará la tonada, siempre sonaría horrible o al menos eso le hacían creer cada martes y jueves de 3 a 5 de la tarde
_¡Sigue sonando terrible vuelve a repetir!_recodar aquellos tiempos en los que sentir las delicadas teclas del piano bajos sus dedos era una diversión, se convirtió en algo difícil, como si ese recuerdo jamás hubiese existido
Odette repitió la melodía. A su parecer el sonido era perfecto_¡Señorita Odette!, ¡qué diablos le sucede hoy!_pero su maestra seguía viendo fallos. Fallos invisibles, fallos irrelevantes y con seguridad ridículos
La joven no pudo aguantar más. Llevaban solo una de las dos horas semanales de piano que le correspondían, si hacía algún cambio repentino afectaría su itinerario y entonces estaría en problemas
Aún con esto en la mente, prefirió arriesgarse_Señora Garrend, si no es mucha molestia creo que sería mejor posponer las clases por hoy_dijo Odette, seguía con la vista en el piano aunque sus manos ya no tocaran este. Alguna cosa le impedía mirar de frente a sus mayores_Estoy segura que mi incompetencia se debe al cansancio, le prometo estar mejor la próxima semana.
La anciana observó sus expreciones y movimientos en detalle. Odette le pareció un misterio desde la primera vez que la vio; en ese entonces una chica de once años con la misma mirada inexpresiva de la actualidad
_Tal vez..._respondio con desconfianza. Su aprendiz era un misterio, sus años de experiencia le decían que mejor no confiar demasiado
Finalmente, Garrend dejó libre a la jovencita, quién se levantó del piano agradeciendo con la mirada.
Tiempo libre... hacía cuanto Odette no escuchaba esa frase. Resultaba demasiado extraño vagar por la enorme residencia sin tener en la mente un destino al que dirigirse
A medida que caminaba sin rumbo, sus delgados brazos la acompañaban a sus espaldas, incorporados correctamente como se le enseñó. Parecía un soldado disciplinado, pero con tersas manos y un cabello rubio perfectamente peinado (bueno, un soldado con suerte)
A mitad del pasillo, Odette frenó su paso frente a una ventana. Se asomó ligeramente. Primavera llegó, no se había percatado, cuando has vivido encerrada en un lugar toda tu vida es difícil enterarte de lo que ocurre a tu alrededor.
Era extraño, desde esa ventana veía todo y a todos. Al jardinero trabajar día tras día en el jardín, solo para conseguir la perfección de una flor que algún día se marchitara; y cómo olvidar a la servidumbre correr de un lado a otro, no quieren llegar tarde porque saben que su madre los despediría al segundo, incluso observaba a los cocineros cada mañana, desde su cuarto al traerle el desayuno
Sabía más de lo debido, porque le gustaba observarlos, resultaba ser su único entretenimiento a veces
_"Me pregunto, si yo estoy adentro quién me observará a mí desde su ventana"_un pensamiento un poco profundo para una niña de apenas 14 años. En opinión de algunos "demasiado joven para tanta responsabilidad"
No importaba, de cualquier manera seguiría siendo asi....seguía siendo así hasta que algo nuevo se divisó al otro lado del enorme ventanal
Odette jamás había visto tantas personas jóvenes juntas, por no decir ninguna. Eran unos veinte chicos, que caminaban en fila a través del jardín, junto con un guía de los que solía haber a esas horas, pero que siempre olvidaba su nombre
_La mansión fue construido entre el año 1780 y 1783 aproximadamente..._escuchaba atentamente al guía, dar su explicación habitual_Fueron tres años de arduo trabajo y esfuerzo, por parte de la familia Le'coste. Es conciderada patrimonio cultural de la nación...en mi opinión uno de los más hermosos
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Forever_(PAUSADA)_
FanfictionElla quiere mundo y el tiene mundo. Era cuestión de tiempo que sus caminos por fin se cruzaran... "_¿Por que eres tan callada?" "_Porque tú hablas demasiado" "_Oh... perdón" "_No, me gusta escucharte" (Ninguna de las imágenes publicadas en este fic...