TAIL [Yoonmin]

2. IL: FINAL

Hazlo bien hasta que muera, cariño
Ambos estamos enamorados
Movemos nuestras colas
Hazlo así, hazlo asi

Sentía voces alrededor de él discutiendo sobre cosas, las sensaciones poco a poco acompañaban su cuerpo y los recuerdos saltaron poco a poco en su ser, Min Yoongi no sabía en qué lugar se encontraba, ni tampoco tenía el conocimiento necesario cómo para recordar todo lo que había sucedido momentos antes de que se dejara llevar por su lujuria instantánea gracias a que desarrollo un gran interés amoroso por Park Jimin.

Cómo lo escuchaban.

Estaba jodidamente enamorado de Park Jimin y lo único que trato de hacer fue ignorarlo ya que sabía que era alguien famoso, un cantante de rock nunca pondría sus ojos ante un simple terapeuta.

Ignorando todo eso abrió los ojos lentamente para mirar que estaba sucediendo a su alrededor, esté no era su pequeño departamento donde solo había una habitación pequeña y al lado quedaba el baño.

Era una gran habitación de mansión, con una gran cama y muchas cosas en ella.

Esto simplemente era una locura, se iba a levantar de la cama al sentir que era un sueño pero se dio cuenta que en su hombro había una mordida cicatrizada, sus brazos estaban a máquinas de hospital y catéteres, prácticamente también tenía con el una mascarilla para respirar bien.

¿Que carajo estaba sucediendo?

Tenia que salir lo antes posible de este lugar, tenía que ir a trabajar muy temprano y no podía darse el lujo de faltar.

Escucho voces a lo lejos discutiendo y pasos que se acercaban cada vez más, por lo que decidió esperar a que entraran a la habitación para que le explicaran que estaba sucediendo, no podía estar secuestrado en un lugar cómo este.

Ni siquiera valía la pena.

Las voces se detuvieron y justo entraron por la habitación Park Jimin y una señora.

¡PARK JIMIN!

Miro con nerviosismo hacia el rostro impasible de Jimin quien tenía el ceño fruncido, no podía hablar debido a que necesitaba agua por lo seca que se encontraba su garganta y también su mala memoria.

—¡POR FIN NUESTRO YERNO DESPERTO!—Dice la señora mirándome con dulzura para después ayudarme a sentar y amablemente darme un vaso de agua.

Me quité la mascarilla y me tomé el agua con vehemencia, suspire cansadamente y mire con un interrogante.

¿Yerno?

Todo esto le agradecí para después de nuevo mirar interrogante.

Me fijé de nuevo en Jimin quien se veía totalmente diferente a como se veía ayer, tenía el cabello teñido de rubio, vestía de ropas holgadas y se notaba que había subido unos cuantos kilos ya que su cintura esbelta ya no se encontraba.

—Por fin despertó el idiota este, al fin no seré el único idiota que tendrá que cargar con el otro de por vida—Dice Jimin sentados en el sofá.

—¿Que sucedio? —pregunte nervioso y con la voz entrecortada.

No estaba entendiendo absolutamente nada, que estaba sucediendo conmigo.