☪ 𝙻𝚊𝚜 𝟽 𝙻𝚞𝚗𝚊𝚜 ☪ - | Ｖｅｇｅｐｌａｙ ／ Ａｕｒｏｎｇｅｔｔａ |

⌘| | 𝓓𝓲𝓪 1 | |⌘

- Joder... -

Ahí estaba Auron otra vez, maldiciendo a todo lo existente. Porque sí, así es el, puede maldecir hasta a una roca tan solo por joderle el camino pacífico que llevaba hacia su instituto. Pero esta vez se estaba quejando de una sola cosa en específico, esa cosa era la alarma. Y bueno, razón tiene, todos odian el sonido de la alarma para levantarse temprano, porque eso siempre significa que empieza un nuevo día de mierda.

Abrió lentamente sus ojos, y los volvió a cerrar, después parpadeó un poco para acostumbrar sus ojos a la luz que le brindaba ese día, era un glorioso viernes. Y tan solo recordar ese detalle hizo que su ánimo se levantara un poco. Como amaba los viernes....

Se sentó sobre su cómoda cama y se restregó sus párpados. Se levantó y se dirigió al baño, se miró al espejo y sonrió, la verdad era muy guapo y no solo lo decía él, sino muchos de sus compañeros alfas de la escuela. Era realmente un omega atractivo, no vamos a mentir.

- Guapoo! -

Muchos desearían un poco de la autoestima que se traía nuestro pequeño Raúl. 

Cuando se dejó de apreciar su delicado rostro en frente del reluciente espejo, se dispuso a desvestirse y a bañarse. A veces se preguntaba porque el de arriba se apiadó de el para darle semejante cuerpo y personalidad, un pensamiento un poco soberbio o arrogante, pero bueno era la verdad después de todo. Lo único de lo que se lamentaba era de nacer omega, no le gustaba, no soportaba esas miradas lascivas, descaradas y asquerosas que le dedicaban a su marcado cuerpo, le daba un montón de asco y simplemente no lo soportaba. O como también se le insinuaban o le impregnaban y soltaban todo su repugnante e insoportable olor en él, como si fuera un objeto el cuál podrían marcar como suyo, lo detestaba.

Cuando por fin se bañó, salió dispuesto a secar su cuerpo con una de las toallas que se encontraban allí. Se vistió con un buzo color negro un poco grande, jeans color azul oscuro con algunos rotos en las rodillas y zapatillas blancas con cordones de color negro, se peinó su cabello con gel en forma de punta, como lo solía tener usualmente. Se cepilló sus dientes y salió por fin del dichoso baño. No hubo un grito que le reclamase lo tarde que estaba por llegar al instituto, ya que su madre trabajaba como cirujana en el hospital de la ciudad, por ello tenía jornadas de trabajo muy largas que empezaban desde la madrugada hasta altas horas de la noche, sin mencionar que algunas veces se tenía que quedar en el hospital porque había mucho trabajo o ocurría un fuerte accidente ese día, por lo que se quedaba allá a atender los pacientes con graves heridas o por si tenían que hacer una cirugía de emergencia. 

Bajó a la planta de abajo, miro el reloj que colgaba en una pared cerca de la entrada de su casa, iba a llegar tarde. Agarró un trozo de pan que se encontraba encima de la mesa y su mochila, y de ahí corrió como alma que lleva al diablo en dirección al instituto. El pan era para por lo menos comer algo en el camino antes de llegar a su destino, hay que comer para tener energía en todo el día que le esperaba.

[...]

Cuando por fin estuvo cerca de la escuela logró divisar como se cerraba poco a poco la entrada de esta. Lamentablemente no pudo llegar a tiempo, bueno una hora fuera de clases no se veía tan mal, después de todo le tocaba Matemáticas, y pasaba de soportar a su exigente e insoportable maestra recriminándole lo tarde que llegaba a su importante clase . Que de importante nada tenía, por lo general no entendía nada y los métodos de enseñanza que utilizaba la profesora no eran muy efectivos que digamos, sin agregar el detalle de que la alfa le tenía "manía", suponía que era por el hecho de ser un omega "rebelde", no uno sumiso y tímido como esperaba que fuera, porque sí, la maestra era una alfa conservadora, simplemente insoportable en todo sentido.