eran peligrosamente las 3:00 am,
tu cabello decoraba mi almohada y tus leves respiraciones aturdían un poco mis pensamientos.mis dedos recorrieron con suavidad la piel de tu cuello, vi leves marcas ahí, marcas que no eran mías, que no me pertenecían.
por qué tenías que ser tan perfectamente dolorosa.
por qué tus palabras tenían tanto poder sobre mi.
por qué tus susurros atravesaban directo a mi corazón.
por qué eras tan cautivadora y sencilla.
por qué tu mirada era la más sincera que jamás vi.
eras alguien tan confiable, eras a quién acudía en todas esas noches turbulentas en las que mis ojos no podían enfocar con claridad.
donde mi cabeza se revolvía entre pensamientos negativos.mis miedos eran más fuertes que yo, mis miedos eran lo suficientemente grandes como para cubrirme por completa y hacerme querer desvanecerme.
entre tantos malos momentos venías tú con una sonrisa que actuaba como un maldito somnífero que me hacia dormir con tanta paz y tranquilidad como si no hubiese tenido una batalla interna minutos antes.
pero sobre todo a pesar de la forma en la que me salvabas, en la que te lanzabas como un salvavidas en medio del océano, tú, sobre todo tú, eras la mayor de mis fobias.
todo era tan contrastante, como podías vulnerarme tanto y a la vez sacarme del pozo lleno de miseria en el que me encontraba.
como podías destruirme toda la mañana pero a la noche recogías cada pedazo de mi y lo armabas de nuevo para que a la salida del sol tu volvieses a desarmarme.
¿como podías tú?
¿como era que podías ser tanto y a la vez nada en mi vida?te odiaba, te odiaba por qué eras tu la dueña de todos mis pesares y a la vez la dueña de mis mayores alegrías.
eres tan especial para mi.
pero tu ya tenías a tu lado a esa persona,
esa persona quien te hacía sentir así como me hacías sentir tú a mi.me siento tan derrotada por haberme enamorado de una mujer que jamás podré tener.
en una sola noche mataste
todo lo que me hacía sufrir
a consecuencia
mi corazón empezaba a dejar de latir,
de latir de amor por ti.eras una mujer distante.
a pesar de tenerte a mi lado,
a centímetros de mi,
tu corazón y el mío no estaban latiendo en sincronía y nunca lo harían.