ᴄᴏ́ᴍᴏ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ᴜᴄʜɪʜᴀ sᴀsᴜᴋᴇ sɪɴ ᴍᴏʀɪʀ ᴇɴ ᴇʟ ɪɴᴛᴇɴᴛᴏ.

No es tan simple.

Mi hermano podría parecer voluble por sus cambiantes convicciones. Él se encargó de que todos supieran su meta. Esa que no era ningún sueño infantil o alguna fantasía, él estaba convencido de que la haría realidad; cumpliría su venganza y asesinaría al infeliz traidor que le arrebató todo. ¿Y qué ocurrió después?, bueno, su venganza cambió de objetivo. Él acabaría de manera violenta con las vidas de quienes directamente condenaron a su...

Como decía, él acabaría de manera violenta con las vidas de quienes directamente condenaron a su adorado hermano mayor, mismo que anteriormente fue su principal enemigo, y arrasaría con la aldea por la que ambos lo habíamos perdido todo. ¿Para después?, querer el título de Hokage. Suena a que no sabe lo que quiere, ¿cierto? Lo que viene es algo complejo, pero, si no quiere complejidades en su vida, mi estimada o estimado, el amor de mi hermano no es para usted. Es más, ni su indiferencia merece.

Amar y ser amado por Sasuke representa un riesgo. Eso no es culpa suya, él no pidió nacer bajo la maldición de la sangre de un clan tan problemático, caótico e inestable. Si persigue el cariño de mi hermano, debe saber que tenemos dos latentes y arraigados sentimientos, separados por un delgado y dañado filamento. El amor y el odio nos rigen. Para muchos, uno es blanco y el otro es negro, tonalidades tan obvias, tan conocidas, tan diferentes que resultaría imposible confundirlas. Pues, ése no es el caso de los Uchiha. Aparentamos seriedad, con lo reservados que solíamos ser, cualquiera pensaba que simplemente éramos una sarta de arrogantes prepotentes, y aunque no estaban equivocados, no era del todo así. Para quienes realmente nos conocían, sabían que dentro del clan, o se era alguien regido por la bondad, o se era alguien regido por la furia. A nuestra percepción, el amor y el odio es de color carmín y el otro es carmesí. Si puede comprender que, lo que motivaba a Sasuke, siempre fue ese  incontenible odio y el desconmensurado amor, entonces, felicidades. Ha iniciado bien en su búsqueda por la mínima muestra de afecto por parte de mi lindo hermano menor.

Y ahora, le pregunto, ¿estaría dispuesto a cometer terribles actos para protegerlo? Si sabe que mantenerlo a su lado lo hará sufrir, ¿podría sacrificar el amor que Sasuke le tiene con tal de que él pueda tener una vida plena? Quizá mi otōtō encuentre felicidad a su lado, quizá a él no le importe pasar por más penas con tal de estar junto a usted. El amor lo puede todo, ¿cierto?, bueno, por parte de ese irreverente jovencito, no habrá problemas, pero por mi parte sí. Lo dije antes, y lo volveré a decir. Mientras viva, nadie más va a hacer que mi Sasuke sufra. Y no, no importa que me agrade, no importa que le estime. Amaba con toda mi alma a mi madre y a mi padre, y todo mundo sabe cómo terminó eso.

Si se niega a apartarse de él a sabiendas de que mi otōtō resultará herido, desde ahora le advierto, no lo permitiré. No durará ni un metro en su carrera por conseguir el amor de Sasuke. Sin embargo, si le permite vivir en paz sólo observarlo a lo lejos, viendo lo feliz que es, pues, tendrá garantizado un día más de vida amando a mi pequeño hermano menor.