Para Siempre

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Al escuchar a Kohaku decir esas palabras senku empezó a recordar todos los momentos que ambos pasaron juntos, todos esos buenos recuerdos que lo hacían muy feliz e incluso lo hacía desear que continuarán creando más recuerdos en donde ella siga a su lado. Él aun la amaba pero a pesar de que ya habían pasado la página kohaku dijo que serían amigos y eso como que le lastimó.

Kohaku al darse cuenta de lo que acababa de decir y la situación incomoda que había ocasionado para senku rompió el abrazo que le había dadl y llevó sus manos hacia su en un impulso.

-s-senku... Yo... Lo siento. De verdad no quería...

-esta bien, lo entiendo—dijo él seco y frío haciendo que kohaku se sintiera mal pensando que de seguro él estaría molesto

-c-creo que me iré a dormir. —intento salir de la cama pero él la detuvo y la abrazo por la aspalda. —¿s-senku?

Kohaku podía sentir la respiración de Senku por su oído, y también su sonar  latir su corazón muy fuerte, por un momento pensó en girarse a verlo y besarlo nuevamente como siempre lo deseo en estos dos años que pasaron pero repentinamente él la soltó.

-lo siento. Creo que también es hora de dormir pero... Si quieres puedes dormir aquí también

-no es necesario, no quiero molestarte.

-hoy hace frio, si te quedas en el soga te resfriaras, además en la cama estarás más cómoda.—explico

-esta bien—se acomodó a su lado.—buenas noches senku.

-buenas noches

Fue de ese modo que los días pasaron y todo era normal entre la relación de Senku y kohaku, siempre tratándose como los amigos que eran. Sin embargo, un día en el que senku volvió tarde a casa encontró las luces apagadas, suposo que tanto Byakuya y kohaku ya se habían ido a dormir así que trataba de no hacer ningún ruido para despertarlo pero cuando llego a la puerta de su habitación con la intención de abrirla escucho unos sonidos viniendo de esta lo cual le pareció muy extraño.

-s-senku...así...dame más...

Se dispuso a abrir un poco la puerta y pudo observa que kohaku se encontraba en la cama pero ella se estaba masturbando.

-m-metelo más....mas...s-senku—gemia ella.—así...ah ah... ¡Ahhhhh!

La vio venirse y luego respirar con dificultad tratando de recuperarse, trató de calmarse un poco porque nunca pensó que ella haría algo como eso así que reunió fuerzas para entrar y tratar de olvidar lo que acababa de ver pero cuando la escucho llorar se detuvo una vez más.

-soy tan patetica—dijo ella sosteniendo la almohada muy fuerte—lo extraño mucho—decía entre lágrimas —lo quiero a él

Al escucharlo senku no se contuvo más y entró a la habitación de golpe, kohaku al verlo se asustó y se avergonzo pensando en la probabilidad de que quizás la haya escuchado

-¿s-senku? Pensé que no vendrías hoy

-pues lo hice—se acercó a ella y se puso encima de ella

-¿q-que haces?—dijo ella sorprendida.

-no lo sé pero Sé que te estuviste tocando.

-n-no es así—dijo muy sonrojada de la vergüenza—yo...no quería... —no termino porque este la beso de repente.

-yo también te deseo leona—dijo mientras la besaba y al separarse por falta de aire ambos se quedaron viendo por unos momentos sin saber que decir o hacer hasta que kohaku habló.

-s-senku...dejame quedarme contigo por favor incluso si no me amas—dijo con timidez haciendo que él apartará la mirada. –¿que pasa?

-nada leona. Es solo que pienso que eres hermosa —se apartó de ella y se sentó en la cama— veras, se que soy muy malo con esto pero tengo que decirlo.

Contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora