HOOKED [xolo y jacob]

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FInal

JACOB'S POV

Hoy es el día, miré todas las cajas que contenían mis cosas que hicieron parte de un recuerdo.

En la puerta de la casa, estaba Mary. La noche anterior habíamos dado una fiesta de despedida, pero sólo estaba ella, supongo que los demás estaban bastante ocupados.

-¿Es un adiós? -preguntó con sus ojos llenos de lágrimas, y una sonrisa imborrable.

Habían sido siete años de amistad, de peleas y de locura.

-No, Mary. Es un hasta luego -la abracé y ella correspondió. Fue nuestra última frase ya que el taxi iba de salida y yo no tenía más tiempo.

Entre al vehículo, aún viendo directamente a sus ojos. Cuando llegamos al aeropuerto, tenía unas cuantas lágrimas en mis mejillas las limpié y me di cuenta que no me había despedido de Xolo.

Traté de llamarlo per no contestó. Avancé con mi madre para abordar.

-Vuelo F-02, estará dispuesto a recibir a sus pasajeros en diez minutos -ese era el mio.

De repente interrumpió la voz de un muchacho.

-El vuelo F-02, puede esperar hasta que me despida de él -miré extrañando a todos los lados y fue en la puerta donde estaba Xolo hablando por el micrófono haciendo que se escuchará en toda la sala de espera-, el vuelo F-02 esperará hasta que le desee un buen viaje al amor de mi vida.

Dejó el micrófono en manos de una muchacha y avanzó a mi mientras yo dejaba mi maleta y daba dos escasos pasos.

-Jacob, te dejaré tomar ese vuelo sólo con la condición de que no me olvides, y que siempre me recuerdes como yo lo haré. Jamás conocí alguien parecido a ti, pero hombre, las coincidencias pasan y son las mejores -me dedico una sonrisa amplia.

-Jacob -continuó él-. Quiero que digas adiós a la proximidad pero no al amor, yo te amo y eso nunca va a cambiar porque me has atrapado y juró que no voy a dejarte.

Lo besé, uno tan simple.

-Jamás voy a renunciar a ti, porque yo también estoy atrapado.

Ya había llegado el avión y sólo faltaban algunas personas para ingresar. Lo volví a besar y salí corriendo.

Miré por la ventana y él estaba afuera, sólo agitó la mano viendo como despegaba y me alejaba de él.

Sabiendo que nunca más lo volvería a ver, ni a sentir también me despedí

«me tienes bajo tu influencia te juro que nunca voy a renunciar a ti»