𝗘𝗺𝗼𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗯𝗿𝘂𝗶𝘀𝗲𝘀; 𝗔𝗿𝗶𝗮𝗻𝗮 𝗚𝗿𝗮𝗻𝗱𝗲

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢; 𝟭

T/N POV

Todos decían que el amor y esta profesión nunca se podrían mezclar:

—Tarde o temprano todo se va a ir a la mierda y ni tú ni nadie tiene la fuerza para salvarlo.

—Señor, soy una mujer adulta y un activo muy valorado en este equipo, creo que tengo la capacidad de juzgar si puedo o no.

—Eso es lo que también dijo la anterior a usted, agente Cartier. Justo antes de que tuviéramos que ocuparnos del desaguisado que hizo. Por su bien y el de ella, espero no tener que hacerlo.

*DOS AÑOS ANTES*

Mi alarma me despertó con un sonido ensordecedor cuando la mano de la mujer pasó por encima de mi cuerpo tenso y la apagó.

—¿Por qué no usas una alarma diferente, algo relajante?— Preguntó como cada mañana que pasaba con ella.

Todas eran iguales para ella, eran divertidas, luego aburridas y cansinas. No podía aguantar ni un segundo más con ella.

—No lo sé, Jazlynn, tampoco tienes que estar aquí cuando suene, pero igual eliges estar.— Le contesté, viendo cómo sus ojos iluminados por el sol se clavaban en mí con una sonrisa de satisfacción mientras su lengua se pasaba por el labio inferior, sus cuerdas vocales no eran capaces de emitir un sonido.

Observé cómo recogía su ropa y se la ponía lentamente, mis ojos se atrevieron a encontrarse con los suyos cuando finalmente se puso la camiseta por encima de la cabeza y cogió su teléfono de la mesilla.

—Tú ganas, T/N, no vuelvas a llamarme.— Soltó secamente, los marcos de los cuadros que sostenían el arte en la pared traquetearon mientras daba un portazo por tercera vez.

Sonreí con un suspiro y me levanté de la cama, con los músculos doloridos mientras estiraba el cuello y ponía los pies en la alfombra blanca, mirando mi placa y mi pistola que estaban sobre la mesita de noche.

Sabía que tenía que estar en el cuartel general dentro de unas horas, pero no lo temía. Entrar en esta agencia era el mayor logro que había conseguido y, tras años de duro trabajo, se dirigían a mí como agente al mando Cartier.

Joder, ¿a qué suena bien?

Sonreí mentalmente antes de arrastrar mi cuerpo dolorido de mi habitación y dirigirme a la cocina, colocando mis manos sobre el frío mármol de mi encimera mientras miraba por la ventana, los coches ya se alineaban para la hora punta temprana.

Deslizando la mano por la superficie brillante, pensé en la mujer con la que había pasado la noche, la misma mujer con la que la había pasado las últimas semanas, sabiendo muy bien que se sentaba junto a su teléfono día y noche esperando mi llamada para venir aquí.

¿Por qué lo hace?

Porque se siente sola como cualquier otra persona en este planeta, cualquier pizca de atención que le dé durará una semana antes de que la necesite de nuevo, necesita verme; aunque nunca le sonría, aunque nunca le ponga apodos adorables, o para el caso, la bese.

Sacudí todos esos pensamientos de la cabeza mientras empezaba a preparar el café, con la mente tranquila mientras volvía a mi habitación y me vestía con el atuendo habitual. Calcetines largos negros, pantalones negros, zapatos negros brillantes, un cinturón negro, camisa blanca debajo, chaleco antibalas, camisa blanca abotonada, corbata negra y una americana negra.

No cambiaba mi atuendo porque desde hace un tiempo, no he tenido la paciencia de elegir algo que me quedara mejor.

Me até el pelo en una apretada coleta con una sonrisa antes de mirarme en el espejo. Sabía que algunas mujeres anhelaban estar en mi cama, me lo suplicaban, pero Jazlynn era la única mujer con la que lo haría, y acababa de cortar los lazos con ella de una vez por todas.