A la mañana siguiente Dylan estaba durmiendo tranquilamente sobre su cama. Todavía no había decidido si ir o no, a Dylan nunca le gusto estar en grupos, siempre había hecho todo sola y eso era mucho mejor. Aparte en toda su vida fue tímida y por ende no tenía muchas amigas. Era un privilegio estar sola escuchando música en el parque mientras hacia lo que más le gusta y no quería perder eso por más que para otras personas fuera una tontería.
Estaba totalmente dormida con los pelos revueltos, las sabanas todas desordenadas con ese hilo de baba que caía desde su boca hasta su almohada y de repente….
-IGGGGGGGGGGH- sonó un ruido ensordecedor que hizo que Dylan callera de la cama. Toda despatarrada en el piso miro hacia arriba y encontró a su hermana con una bocina en la mano.
- ¡Pero que mierda estás haciendo Megan!- dijo con los ojos achinados y medio gritando.
-¿Cómo durmió mi fotógrafa favorita?- dijo como si le hablara a un perro.- Adivine que hizo su hermana.
- ¡Idiotaaa!-dijo gritándole y subiéndose a la cama para poder seguir durmiendo.- no quiero escuchar nada, solo quiero dormir.- suplicó poniéndose una almohada en la cabeza, pensaba que eran las 6 de la mañana porque se había dormido muy tarde viendo películas con su hermana.
- Despierta bella durmiente.- insistió Megan.
- Déjame en paz, por favor.- dijo en voz baja.
Y como Dylan no se despertaba Megan agarro los pies de su hermana y la tiro al piso otra vez mientras le decía algo.
-Esta mañana te inscribí en un curso de fotografía- .dijo mientras la miraba con atención.- de nada.
-¡Qué!- dijo con voz muy aguda y sentándose en la cama ya despierta.- estás loca vos, yo no voy a ir.
- Si vas a ir-le dijo con voz firme.- ¿Mira vamos a ser un trato dale?-
Dylan miró fijamente a Megan dándole a entender que quería escuchar.
-Solo vas a ir a 1 semana a este curso.- siguió Megan.- solo 1, y si después te gusta podes seguir yendo.- propuso.
Quedo entre ellas un gran silencio, Dylan estaba evaluando la situación. Pesaba que no era por mucho tiempo y en verdad quería que su hermana la dejara en paz, pero de repente se le ocurrió una idea maravillosa.
-Solo una 1 semana- dijo levantando su dedo.- pero con una condición.-miró atentamente a su hermana.- me vas a cocinar.
-Dylan sabes que no me gusta cocinar y lo hago pésimo - dijo Megan protestando.
- Ah bueno entonces no voy a ir- dijo volviendo a cerrar sus ojos y acomodándose en su cama.
Después de haberlo pensado Megan se obligó a aceptar.
-Dylan.-dijo tocando el hombro de su hermana. Esta se dio vuelta para observarla.- está bien, pero la primera clase es esta tarde a las 4- dijo informándole y con desgana.- así que anda preparándote que ya son la 14:00 de la tarde.
- Ah -dijo Dylan.- anda a prepararme algo de comer por favor señorita Megan.- dijo gozando mientras se le escapaba una risita.
Esta se dio vuelta como si fuera el fin del mundo y se dirigió a la cocina, no era para tanto solo es cocinar por favor pensaba Dylan.
Se levantó de la cama y se vistió de su color favorito el negro. Se vistió con unos jeans, un buzo ancho junto con una campera porque ya era invierno y un gorro. Se dirigió a la cocina donde en la mesa estaba el almuerzo tapado y su hermana estaba allá apoyada en la mesada con los brazos cruzados esperándola.
Dylan se acercó inspeccionando todo como si fuera un jefe revisando su fábrica y dijo.
-Okay- dijo con voz grave.- que me tiene de almuerzo señorita.-le dijo a Megan mientras enarcaba una ceja.
El plato estaba tapado con un repasador como sorpresa, así que su hermana lo agarro con la mano y dijo.
-¿Está preparada para el mejor almuerzo del mundo?-Preguntó con una enorme sonrisa.
-Eso espero.- respondió Dylan mientras se sentaba en la mesa con mucha ansia de saber que había preparado su hermana.
Mientras retiraba de un tirón el repasador…
-¡Vualá!- en el plato había un hot dog (perro caliente) con Kétchup, nada del otro mundo.
Dylan miro a su hermana con la boca abierta y luego al hot dog, a su hermana y otra vez al hot dog con Kétchup. Realmente no sabía que decir, la dejo sin palabras. Su hermana tenía los ojos súper grandes expectantes y esperando una respuesta de su hermana por su “gran plato”.
-Emm.- balbuceo Dylan mientras pensaba una palabra para poder decir.- que bueno que empezaras a cocinar.- dijo en tono de voz baja y con los ojos achinados.
- Pruébalo.- dijo mientras abría su boca y la cerraba haciendo sonar sus dientes dos veces.
-Okay.- dijo sin saber cómo podía saber la comida que preparo Megan.
Agarró el hot dog con ambas manos y arrancó con su boca un pedazo. Mientras masticaba el perro caliente y se disolvía en su boca quería pensar que no era tan malo pero el pan si que estaba seco, gomoso y la salchicha casi cruda.
-Mmmm.-decía mientras levantaba los pulgares.
-Sabía que te iba a gustar.- dijo con los ojos brillosos.- al fin al cabo soy buena cocinera.
Eso no era del todo cierto pero Dylan no dijo nada y se guardó todas esas palabras que explicaban lo feo que estaba el perro caliente. Trato de tragar esa roca y se negaba a comer una miga más de eso.
-Okay termina de comer y ya nos vamos a la clase, te acompañaré.- dijo mientras salía de la cocina- me iré a cambiar, porque no puedo salir así.- señalo su pijama con ositos.
Dylan asintió con la cabeza y esperó a que Megan saliera de la cocina para poder tirar a alguna parte esa cosa porque en realidad ni siquiera a eso se lo podía llamar comida. Se levantó con rapidez buscando en la cocina el tacho de basura pero no lo encontró, todavía tenía el perro caliente en su mano y tenía que tirarlo en alguna parte. Se movía para todas partes, dando saltitos de un lugar a otro buscando donde poder tirar el hot dog y entonces escuchó la voz de Megan acercándose.
-¿Lista?.- decía mientras se escuchaban los pasos de ella
-Ahora que hago.- dijo Dylan en voz baja pero desesperada.
Miraba a todos lados y cuando ya entraba en la cocina Megan, a un lado de ella se encontraba su planta no lo pensó dos veces y lo puso ahí.
-¡Hey!.- dijo mientras apoyaba el codo en la pared y se tocaba la nuca con la mano tratando de impedir que pasara su hermana y que no viera la plata.- estoy lista vamos.
-Bueno.- dijo observándola con lentitud.- ¿Está todo bien Dylan?- al fin preguntó observando el plato vacío.
- Si.- dijo nerviosa y rascándose su mano (era el tic nervioso que delataba a Dylan). Pero su hermana no lo notó porque rápidamente escondió su mano atrás de la espalda.
-Okay.-dijo sin ninguna sospecha alguna y dirigiéndose a la puerta.-No olvides agarrar tu cámara.
-Es verdad.-dijo mientras corría a su escritorio agarraba la cámara y le ponía un lente de 35mm. Ya era experta en cambiar rápido los lentes de la cámara.
-Apurate bella durmiente, se nos hizo tarde.- dijo ya en la puerta.
-Ya voy.- dijo en caminándose a la puerta y agarrando de último minuto la mochila que estaba en el sillón tratando de poner la cámara ahí.
Salieron del edificio las dos y se fueron al curso de fotografía.