Capitulo 36

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Luego de tu pequeña amonestación al pelinegro, te diriges al baño dándote una ducha, sin querés olvidas completamente que a un par de metros, en la habitación de enfrente, se encuentra Aizawa jadeante y cansado, de un pequeño clóset dentro del cuarto de baño, sacas una de las camisetas de Aizawa que siempre te quedan cual vestido corto, tomas unas pantis y te diriges a la sala de estar, te sientas en el sillón sacando tu teléfono, lo apoyas con una taza que se encuentra en la mesa central y reproduces algunos capítulos del príncipe del rap, a las pocas horas quedas dormida

A la mañana siguiente, te levantas con pesadez debido a algunos sonidos de golpes en la habitación, te levantas con pesadez pasando tu mano por tu alborotado cabello y te diriges a la cafetería para poder iniciar el día con tu fiel taza de café, de nuevo los golpes aparecen, dejas el vaso de la cafetera en su lugar, agregas dos cucharaditas de azúcar un poco de leche a a tu bebida para luego caminar de regreso al sofá, en ese momento, la puerta de la habitación se habré estrepitosamente dejando ver a un tambaleante pelinegro liberándose de las pocas cintas que aún rodean su pecho

Lo miras recordando todo lo de ayer, el por fin libre se recarga en el marco de la puerta mirándote con cansancio y reproche quitándose por completo las cintas para luego lanzarla como si fuera una serpiente venenosa

Tu: aquí es cuando valgo verga ¿verdad? -preguntas divertida y un poco temerosa a la vez-

Aizawa: tu maldita sádica.. -habla con una voz que te hiela la sangre al escucharla mientras te señala-

Tu: este.. primero que nada, buenos días -sonries intentando aligerar el ambiente pesado-

Aizawa: ¿sabes cuánto tarde en poder quitarme las vendas? 12 horas, dormi por 9 de esas 12.. pero ese no es el punto -habla con irritación-

Tu: ay.. -ahogas un grito al saber que ahora te va a ir muy mal- ¿qué me vas a hacer? ¿Puedo al menos despedirme de mi familia? No quiero dejar nada sin resolver..

Aizawa: muy divertida, loca, lo que voy a hacer ahora, es nada -se comienza a estirar haciendo crujir los huesos de su espalda-

Tu: ¿ah? ¿Como así? -preguntas confundida-

Aizawa: si.. ahora no voy a hacer nada, talvez mañana tampoco, y talves pasado mañana tampoco, o puede que si.., pero no te lo diré, para que tu solita te tortures al no saber ni como, ni cuando recibirás tu castigo -habla con ojos oscurecidos y una sonrisa malévola-

Tu: y yo soy la sádica.. -miras el suelo con miedo, si que te causaron problemas esas palabras que dijo, es lo más malvado que jamás hayas oído-

Aizawa: ahora, me voy a dar una ducha, y volveré a dormir, puedes venir si quieres a cambiar las sábanas, están completamente húmedas -dice esto último en voz baja, das un sorbo a tu café con pesadez-

Lo ves entrar al baño, luego cierra la puerta tras el y sueltas un suspiro, si antes estaba enojado por el castigo, ahora está más enojado por olvidarlo y dejarlo atado en la habitación, decides ir y tomar las sábanas para lavarlas, probablemente sería bueno también las almohadas y vendas, están humedecidas en sudor y otros fluidos

Al terminar de poner las prendas en oa lavadora, recuerdas que probablemente las cintas del pelinegro no deban lavarse de este modo, prefieres lavarlas en seco y no arriesgarte, luego de terminar con ese asunto vas a la cocina para preparar algo de desayunar

Decides hacer algo simple y tradicional, una sopa miso con un tazón de arroz, mientras cocinas escuchas el movimiento en el baño, luego un golpe

Pov Aizawa:

Mientras me duchaba, ideaba un castigo apropiado para mi pequeña sádica, no lo podía negar, se sintió tan bien que pensé que iba a perder la cabeza, aún así, debe saber su lugar

Tome una de las blancas toallas para poder secarme, ya no estoy pegajoso y sudoroso, eso es un alivio, pase la toalla por mi cabello secandolo mientras buscaba algo ropa, encontré un pantalón pero mi camiseta no estaba, al recordar mejor me di cuenta que Jin la estaba usando, no podría ir a pedírsela, si, se la quitaría, eso no me desagrada, pero por otro lado, se ven tan adorable con mis camisas que daría lo que sea por verla así siempre

Me giré al lavabo para poder cepillar mis dientes, al verme en el espejo note mis ojeras eran aún más notorias de lo normal y mi barba comenzaba a crecer de más, es una molestia, pero al bajar la vista, me di cuenta del desaste de manchas amoratadas, mordidas y enrojecimientos que cubrían mi cuello casi por completo al igual que parte de mi pecho, clavícula y hombros, por la impresión di un pequeño salto hacia atrás golpenadome con una repisa

Aizawa: !CHINAMI JIN! -grite molesto a la ves que alarmado, se supone debemos ser discretos y estar lleno de marcas es todo lo opuesto-

Tu: ¿si? -hablo con nerviosismo, sabe que cuando la llamo por su nombre completo no es nada bueno-

Aizawa: !Mira lo que le hiciste a mi cuello! ¿Como se supone que voy a ocultar esto? -le cuestioné buscando opciones, si en la UA ven esto seguro que van a preguntar-

Tu: ¿usando tus vendas..? -pregunto no tan decidida-

Aizawa: esperemos que esto pase rápido -si en una semana esto no desaparece, tu castigo va a empeorar-

Tu: lo siento -dijo, desde aquí pude percibir su escalofrío-

Resople viéndo las notorias marcas, era todo un desastre, eso sin contar las marcas que dejaron los vendajes en mis piernas, muñecas y pecho, esa niña sí que se salió de control ayer, aunque carajo, verla saltar sobre mi fue la cosa más caliente que eh precensiado

Senti mi pantalón ajustarse, mire para abajo dándome cuenta de mi creciente problema, parece que no fue lo más inteligente de mi parte pensar de ese modo sin al menos tener la sospecha de que esto pasaría, bueno, creo que me tendré que dar otra ducha fría, para entonces creo que lo que sea que esté preparando la pequeña estará listo, huele sensacional

Fin del pov.

🐱🖤🐱

Tu: ¿aún estás molesto? -preguntas un poco nerviosa mientras juegas con tus manos, el esta lavando la vajilla del desayuno-

Aizawa: no, no estoy molesto -respondio con normalidad- solo quiero dormir bien sin estar atado

Tu: lo siento por eso -ries nerviosamente- había olvidado que estabas allí de ese modo

Aizawa: me voy a dormir -avisa yendo a la sala de estar, donde esta su saco de dormir-

Entra a la bolsa amarilla acomodándose, te lo piensas por un minuto antes de ir y abrirla, el pelinegro te mira con una ceja alzada, con cuidado entras con el recostandote en su pecho, piensas que probablemente resuelvas un golpe, pero no fue así, el solo te abrazo acomodándose contigo

Tu: buenas noches, aunque sean las 10 y algo de la mañana -ries divertida-

Aizawa: calla -silecia dandose la vuelta contigo de modo que ahora quedan de lado- solo déjame dormir, o si no te saco a patadas

Te pareció divertido eso último que dijo así que sueltas una risita, Aizawa cierra el saco











































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Niña tonta~ (Aizawa Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora