6. Hwanwoong 🍓

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Ravn me estaba penetrando duro, pero se sentía muy bien, nó podía dejar de gemir de placer aunque también doliera un poco, pero es que Ravn atacaba mi próstata una y otra vez sin piedad. Me hacía sentir una especie de cosquilleo en todo el estómago y senirme lleno de él también era lo mejor. Su pene era grande y grueso, me hacía ver las estrellas.
Todo mi cuerpo temblaba y de tantos "ahm" que soltaba seguidamente sin siquiera darme la oportunidad de cerrar la boca, me estaba cayendo saliva por las comisuras de mi boca.

El ambiente en la cocina se sentía como si estuviera horneando algo, tan caliente. Mi cuerpo ardía y mi pene estaba completamente duro e hinchado, goteando pre semen. Me estaba volviendo loco. Movía mis caderas en busca de más contacto, quería que me penetrara lo más profundo posible.

- ¡Mmm! ¡ahh! - quise agarrar mi pene para masturbarme, pero rápidamente Ravn me detuvo sujetando mi muñeca con fuerza.

- No dejaré que acabes tan pronto, Woongie

Me retorcí en mi sitio, sentía unas ganas de no sé que. Empecé a sollozar de frustración. Necesitaba agarrar mi pene,¡ ya!. En cambio Ravn lamió y besó mi estómago para luego ir subiendo hasta mi cuello en donde succionó mi piel con fuerza haciendome doler.

Ravn abrió grande los ojos con intrigación. Yo me preguntaba de qué.
De pronto bajó mis piernas de sus hombros y me abrazó, yo quedé casi sentado sobre la mesa y él aún estaba parado pegado a mí. Con una mano acarició mi espalda y con la otra me dió una fuerte nalgada que no esperaba.

- ¡AHH! ¡YOUNG - JO! ...

- ¡Ou! - exclamó con sorpresa y diversión - ¡¡Eres un pervertido Hwanwoong!! -empezó a reír con emoción - ¿te gusta sentir dolor?

- ¿Q- qué? - lo miré confundido.

Esta vez con sus manos apretó mis nalgas y jaló de ellas hacia afuera, acto seguido les dio una fuerte palmada.
Yo me quejé, salió un ruido entre placer y dolor. Al mismo tiempo Ravn gruñó complacido. No quería ni imagunarme que expresión debía tener en ese momento.

- ¡Qué rico, Woongie! Que rico me aprietas cuando re pego

- No, no es cieto, yo no... ¡AAhh! - volvió a darme una fuerte nalgada, mi trasero ardía, seguro estaba muy rojo.

Ravn me miró a los ojos mordiendo su labio inferior mientras sonreía.
No le dije nada, solo cerré los ojos con el ceño fruncido. Esta vez si presté atención y sabía por qué lo decía. Cuando me pegó fuerte, mis paredes se contrajeron sobre su pene, supongo que por eso gruñó. Me alegre de estarle dando mucho placer a pesar de que a mí me duela... empecé a preocuparme ¿yo era masoquista?

Ya no aguantaba más, esa sensación electrizante recorría todo mi cuerpo y yo pataleaba con desesperación. Ravn también estaba sudando mucho y podía ver en su rostro que estaba disfrutando mucho de esto. Aumentó la velocidad y fuerza en sus movimientos. En la habitación se oían puros gemidos, jadeos y piel chocando.

Froté mi miembro sobre su liso estómago. Juntamos nuestros labios para comernos la boca con desesperación y finalmente sentí descargar toda esa corriente de mi cuerpo en la punta de mi pene terminando eyaculando en el estómago y pecho de Ravn.

Él se corrió en mi interior. Se sintió tan caliente y esa sensación de seguir llenándome a pesar de no tener más espacio en mi interior hizo que tenga un orgasmo seguido de otro a la vez que grité el nombre de "Youngjo" y enterré sin querer mis uña en su espalda. A la vez que él mordió mi cuello una vez más susurrando asperamente mi nombre cerca a mi oído. Ambos habíamos acabado al mismo tiempo.

Ravn salió lentamente de mi dejando chorrear todo el semen de mi interior. Sentí un gran vacío en mí y la sensación de algo saliendo de mí era vergonzosa. Mi respiración era iregular al igual que la de él y sentía que me faltaba el aire.

- Woongie... -habló de forma entrecortada - te corriste 4 veces -aplaudió- y las cuatro veces fueron por mí, estoy orgulloso

Sonreí tratando de incorporarme sobre la mesa para bajar de ésta.

- Yongjo, no te olvides que es tu turno, mínimo tienes que correrte una vez más hoy o yo me veré como un pervertido sensible.

- ¡Pero lo eres Woongie! - rió entre dientes mientras rodeaba mi cuello con sus brazos y acto seguido, juntar nuestras frentes.

Sentí una de sus manos recorrer mis muslos, estaba limpiando el semen chorreado y espeso en mi cuerpo. Esta acción me provocó una oleada de excitación con su mano rozando mi miembro.

Lo aparté con la fuerza necesaria para que se detuviera y fui en busca de mi ingrediente favorito, la crema de maní. Él había usado en mí chantilly, eso fue algo vergonzoso como pâtissier que soy  así que estaba dispuesto a usar su mismo truco.

Él me miró expectante por lo que haría. Hunté la crema en su miembro frotándolo con fervor mientras él reía cubriendo su boca con el dorso de su mano.

- Me haces cosquillas, Woongie~ — a pesar de lo que decía, su pene empezaba a endurecerse un poco.
Sin más preámbulos, me arrodillé frente a él,  sostuve su miembro por la base y lo metí en mi bica, lo más que podía. En ese momento Ravn solto un suspiro pesado a la vez que cerró los ojos y relajó su cuerpo, estaba decidido a disfrutar lo que le haría.

Maní Y FresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora