Tareas de la escuela lol

Yue

El barco era azotado por la fuerte tormenta. Sus vigas de madera apenas resistían y las velas estaban a punto de romperse. Uno de los pocos hombres que había en la embarcación trataba de evitar que su amigo no fuera tragado por las olas.

- ¡Yugo! ¡Yugo resiste! - gritaba

Otro de los hombres, amarrado con cuerdas, se esforzaba por retomar el control de la nave. De cabello oscuro, tatuajes y piel morena, quien parecía ser el capitán, lloraba y rogaba a los espíritus del océano que tuviesen piedad con ellos.

- Akko ¡no debimos ir de pesca sabiendo de la tormenta! – gritaba Yugo desde barlovento

- ¡Lo lamento! – trataba de que su voz sonaba mas fuerte que la tormenta- ¡Lamento llevarlos a esto!

- ¡Mas vale que lo hagas!

El fuerte viento, el mar rebelde y la lluvia imparables no pensaban otorgar piedad a los pobres pescadores. Manra, el que sujetaba a Yugo, empezaba a perder toda su fuerza, dejando, en algún momento, que su amigo cayera.

- ¡Yugo, lo siento!

Mientras la luna llena brillaba en todo su resplandor, Akko perdía toda esperanza de salvarse. Se arrodillo, con lagrimas y lluvia cayendo de su rostro, implorando a la madre luna que fuera compasivo con su alma en el más allá.

De la nada, un potente haz de luz bajo del cielo, cayendo en el humilde barco. Los dos hombres vieron, en la superficie del agua a una hermosa mujer de cabello blanco, ojos aguamarina, ropa polar y pies descalzos flotar a ellos. Se asustaron, pensando en los espíritus de la muerte. Pero, pisando el barco, fue hasta Akko, le toco la mejilla y se desvaneció.

Una enorme ola pego el barco segundos después.

Al día siguiente, los habitantes de la isla Kyoshi vieron un barco destrozado y a tres hombres en sus orillas. Ninguno de ellos pudo explicar como se salvaron de la tormenta, pero, después de mencionar a la dama, los lugareños los recibieron con alegría y devoción.

Los elegidos de Yue, espíritu de la luna, fue desde entonces como los llamaron.