¿Feliz Cumpleaños?

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Observo como el sol sale sobre los edificios que lo tratan de cubrir, pero resplandece sin dejarse opacar por ellos. Pasa el anciano Roberto que es el que limpia nuestro recinto, saludando a todos los que pueda, me dice el habitual ¡Buenos días! con una sonrisa cansada en el rostro a lo que le respondo de igual manera. Se quedo a quitar las plantas que cubrían mi propiedad a lo que el siguió contándome de su día y vida, tuvo una vida difícil, pero eso no lo detuvo para poder sacar con éxito a sus 3 hijos, me conto que venían a visitarlo muy seguido a lo que conteste mentalmente que se reflejaba ahí que fue un buen padre, tiene 8 nietos a los que consiente con locura.

Me dice que extraña muchísimo a su esposa que falleció hace años que la irá a visitar cuando termine ya que le tiene que cambiar sus flores y limpiar su lápida, le digo que ella lo extraña de igual manera, su matrimonio fue como ninguno y esa barrera no los detendrá de estar juntos de nuevo. El solo se queda en silencio y sonríe tristemente, mientras termina de hacer la limpieza se retira a seguir con su labor.

Llega entonces mi amigo, Erick, se sienta a mi lado con fastidio.

-Otra vez este viejo, ¿Por qué nos habla? No tiene que hacerlo que solo limpie, así tardara menos-Exclama con desagrado teniendo una expresión molesta.

-Déjalo, no tiene a nadie con quien hablar hoy, no tiene nada de malo-Susurre un poco molesta.

-¿Hablar? Ya sabes porque lo digo-Me mira con una mirada irónica. - Cambiando de tema, ¿Es tu cumpleaños verdad? ¡Felicidades! Supongo que vendrán a verte tu familia- Cambia su tono de voz a uno alegre.

-Mis padres y hermana si vendrán, mis tíos no y pues mi esposo regreso del viaje, hace días que habían venido me habían dicho que contaría con su presencia- Dije con nostalgia, los extrañaba muchísimo.

-Hay que ir con tus abuelos aprovechando que están aquí cerca, son las 12 y casi siempre tu familia llega a las 2 o 3 de la tarde- Me dice, levantándose y jalando mi mano.

Me dejo llevar por él, ya que no tengo algo más que hacer y dándole la razón, llegamos con mis abuelos y les hablamos, ellos estaban platicando como siempre los encontrábamos, platicamos y bromeamos sobre las situaciones que hemos pasado durante nuestra vida, tomando ideas también de cómo se podrían haber resuelto.

Al ser la hora, los cuatro nos regresamos donde ya se podían ver mi familia instalados, con comida, pastel y hasta una pequeña piñata, Erick me miro y sonrió diciéndome que luego le contaría que tal fue. Con nervios y emoción me dirijo casi corriendo a ellos.

Entre risas y bromas se paso la tarde hasta ser las 8 de la noche, ahí es cuando todo cambio. Las risas se convirtieron en llantos, las sonrisas en expresión amarga y el alegre ambiente se derrumbó a uno deprimente.

Mi esposo toca con tristeza mi lapida, murmura lo mucho que me extraña y lo que me necesita, extraña la forma en que lo abrazaba, besaba, lo hacía reír y enojar.

Mis padres se derrumban frente a mi, el lugar donde yacía desde hace 2 años, su dolor era demasiado para mi. Susurran lo injusto que fue la vida la llevarme a tan corta edad, cuando tenia muchas metas por seguir.

Mi hermana, la que extrañaba con locura, no llora. Ella ya no lo hace, pero la luz de sus ojos desapareció desde el momento que se entero de mi partida, la veía más delgada y demacrada, aunque no tanto como los primeros meses. Me deja unas flores y mi dulce favorito el cual me gustaría poder comer.

Mis abuelos que partieron hace 7 años, me abrazan con fuerza por mis gritos de dolor al no poder llorar las lagrimas que ya no podía sacar.

Recogen todas sus cosas y las meten en el auto, comenzando a marcharse lentamente. Me meto al auto para poder verlos unos segundos más.

Me pongo enfrente del conductor que es mi esposo- Me gustaría haberte dicho por última vez lo mucho que te he amado y que te esperare todo el tiempo que sea necesario, pero enamórate de alguien mas forma tu vida, ese es mi deseo- Susurro mientras imagino que le toco la mejilla.

Paso al asiento del copiloto que se encuentra mi hermana- Eres fuerte pero también la fragilidad de uno es valentía, llegaras muy lejos porque eres mi más grande orgullo y siempre fuiste el triple de buena en lo que pude o no haber hecho- Le doy un beso en la mejilla.

Paso al asiento trasero- Papas, no deberían estar sufriendo este dolor, me arrepiento no haber pasado mas tiempo con ustedes, mamá mis abuelos te extrañan, pero se alegran de verte bien y papá no dejes que te derrumbe más esto- Les agarro sus manos que estaban entrelazadas. Se acercaban a la entrada del cementerio, donde ahí era mi límite de movimiento.

-Los amo y extraño muchísimo a todos, el amor de mi vida, mi adorada acompañante de locuras y mis guías y creadores- Susurre como despedida en mitad del auto.

El auto se detiene de golpe, no puede ser. Comienzan a llorar de nuevo y también a buscarme con la mirada. Se preguntan entre ellos que si lo escucharon también ellos. Llegan a la conclusión que se lo imaginaron pero se que en el fondo eso los reconforto.

Me regreso a mi lugar de descanso y solamente me queda mirar el cielo oscuro estrellado, esperando el momento de volver a ver a las personas que más quise en algún momento que mi corazón latía.

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