I-El inicio del cambio

3 3 0
                                    

—Ah... —me gimió al oído antes de descansar sobre mi hombro —Me he corrido tanto que vas a tener que cambiar las sábanas, pequeña.

—No me gusta que me llames así —le contesté con voz relajada sin poder evitar una breve sonrisa.

Le acaricié por la nuca con cariño y le besé una última vez.
—Necesito que me hagas un favor, Bastian.
—¿Ya lo tienes preparado?
—Ha llegado el momento.

Le mordí el lóbulo de la oreja haciéndole que ronroneara y nos tapé de nuevo con la manta aterciopelada.

Reinado oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora