pink heather

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Miró la caja que había frente a su puerta.

Sabía lo que era, sabía que no era una bomba y que no lo mataría.

De hecho era más probable que él mismo se pasara la soga por el cuello antes de que esa caja pensara en explotar.

¿Las cajas piensan?

Dejó la soga tirada en un costado mientras arrastraba la caja hacia adentro, no era pesada pero es que él no tenía fuerzas para absolutamente nada, con suerte se mantenía respirando por sí mismo.

Tropezó y se cayó de culo, la caja había vencido.

Se quedó sentado mirándola, era de un cartón duro y tenía su dirección impresa en un papel adhesivo que lucía caro, con una mitad en blanco y la otra un degradado de varios colores.

No quería abrirla pero sabía que estaba obligado a hacerlo, después de todo ya había perdido contra ella.

—Pero qué tenemos aquí...

Sin cuidado quitó el papel adhesivo y antes siquiera de mirar el interior un suave aroma a miel y frutos rojos invadía el lugar. Sabía que lo conocía, pero no sabía de dónde.

Miró el interior sin estar seguro de absolutamente nada y ahí encontró varias cosas... que no tenían sentido alguno.

Una botella de ron (él odiaba el ron), una cajetilla de cigarrillos (tampoco fumaba), una chaqueta de cuero gigante y algunas cosas más.

—¿Hacerme alcohólico me llevará a ser feliz?

Entonces el sonido de su celular lo distrajo de sus cavilaciones.

Jaehyun, ¿recibiste la caja?—Winwin sonaba emocionado al otro lado de la línea—. Me encargué de que la dejen en tu puerta.

—Sí, aquí está. Básicamente dice que si llevo una vida de vicios podré ser feliz.

¿Qué?

—Me dejaron alcohol, cigarros y... ¡oh!, creo que esto es marihuana—dijo con ironía sacando una bolsita llena de hierba.

¿Me estás diciendo que compré drogas? Jaehyun, ¡pagué con mi tarjeta!, estas cosas son rastreables, ¿no?

Winwin seguía lamentándose al otro lado de la línea mientras Jaehyun seguía mirando los objetos sin mucho interés.

¡Jaehyun!

—Ah, ¿qué?

Te decía que si puedes ver algún remitente o algo.

—Había una pegatina que no sé si tenía eso... la rompí.

¿Cómo pudiste? Agh, cómo pude yo, una compañía misteriosa que asegura darte la clave de la felicidad... dime por lo menos que es mucha hierba, quizá al menos pueda recuperar la inversión o algo...

Winwin seguía desvariando y Jaehyun miró nuevamente la soga que había dejado por meter la caja a su casa, estaba con un perfecto nudo, sólo tenía que poner su cuello ahí y asunto arreglado.

—Win, debo irme...

No, espera, primero tienes que ayudarme a solucionar todo esto.

Claro que Winwin sabía de sus macabras intenciones, no por nada habían sido amigos por tantos años e incluso intentaron tener una relación, pero no servían para eso, uno era muy emocional y el otro parecía carecer de ellas, con una apatía singular que no le permitía disfrutar demasiado de la vida... ese era Jaehyun, claro, el que aún no podía encontrar la emoción de vivir en este mundo.

pink heather. jaeyong / taejaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora